Acompañamientos telefónicos: un vínculo de sostén a adultos y adultas mayores
Dos beneficiarias cuentan su experiencia sobre recibir un acompañamiento telefónico en el momento más estricto de la pandemia, qué lazos generaron y cómo las ayudó en momentos de angustia.
Durante un año y medio, Francisca recibió el llamado de Mariana y Alicia el de Patricia. Todas las semanas en un mismo horario e incluso muchas veces más de un día a la semana, las adultas mayores charlaban con quienes fueron un sostén a lo largo de un año y medio, a través de una propuesta que el municipio generó debido al aislamiento social y obligatorio en marzo del 2020.
Rosario Cuida a sus Grandes es un programa que pone el foco sobre la población más vulnerable de esta pandemia, de manera sensible y atendiendo siempre de forma particular sus necesidades. Para esto pone en funcionamiento un sistema de redes de apoyo que involucran tanto a la Municipalidad como a organizaciones de la sociedad civil.
En ese sentido, se creó la Red de Apoyo Telefónico en el que se realiza un trabajo de escucha, acompañamiento y contención por parte de personal municipal y voluntarias y voluntarios.
“Se convirtió en una hija más”
Francisca Militello cuenta cómo acudió al programa. "En marzo de 2020 creo que todos estábamos viviendo algo inesperado, insólito, había mucha angustia y miedo en cada familia, una incertidumbre total. Todo nos abrumó. Y nos enteramos por las noticias mientras almorzábamos que se había habilitado un número al que se podía llamar y que nos iban a dar indicaciones. Me llegó una cierta tranquilidad porque pensé, bueno, hay alguien que nos está escuchando, que sabe guiarnos. Le dije a mi marido que iba a llamar, sentí que había una luz en semejante oscuridad", dice.
Y cuando llamó la atendió una voz que ya le dio calma. "Empezó a hablar con tranquilidad, me dijo que hablara las veces que quisiera, que todas las dudas me las iban a aclarar y realmente sentí una tranquilidad, y así fue. Estoy muy agradecida". A Francisca le tocó Mariana y generó con ella un vínculo más allá de lo que fue el contexto de la pandemia. "La sentí realmente otra hija más. Con los meses fue distanciando los llamados pero yo sabía que ante cualquier duda la llamaba. Fue fantástico. Desde ahí nos sentimos tranquilos y nos hizo muy bien. Con Mariana hablábamos y nos contaba sobre las vacunas. Incluso gestionó una vacuna contra la neumonía para mi marido. Desde un primer momento tuvimos mucho feeling, muy correcta, muy educada, sensible. Cuando te encontrás con personas así te sentís escuchada, ahí nació un cariño muy grande. Cuando la conocí en una reunión que hicimos, confirmé lo que pensaba, es una una dulce", cuenta Francisca.
Además, repite que siempre estuvo disponible. Con su marido se contagiaron de coronavirus, aunque de manera asintomática, dice que Mariana siempre estuvo cerca a través de los llamados. "Ella se asustó mucho, nos preguntaba cómo nos sentíamos todos los días. Ahí la relación con Mariana se sostuvo mucho más. La quiero mucho y ante cualquier cosa estamos siempre presentes. Nos asesoraba de tantas cosas, yo totalmente agradecida a ella, al grupo que se formó y por supuesto a la Municipalidad que ha apoyado esto. Se nota que Mariana hace lo que hace porque lo siente, de corazón. Es importantísimo para todo ser humano, ya sea anciano o no, que haya alguien te escuche", finaliza.
Por su parte, Mariana Tazzo cuenta su experiencia. Es psicóloga y estaba trabajando en el municipio con infancias aunque sí trabajaba con adultas y adultos mayores haciendo clínica. A partir del aislamiento la convocaron para participar de este programa. "Tuvimos que trabajar con una población que en plena pandemia era una de las que estaba más en riesgo e hicimos conexiones para solucionar también cuestiones que tenían que ver con los trámites médicos. Y dimos con una población que en su mayoría se encuentran solos, no todos. Pero en ese momento se vivía muchísimo el tema de la soledad, no poder salir y cortar totalmente con sus contactos. Si una piense en cualquier tipo de lazo que se arma con los amigos, la familia, los vecinos, y se cortó eso de golpe. En ese sentido, realmente éramos un soporte en la cotidianidad y de mucha escucha", cuenta.
"Había que reconstruir el presente e intentamos que se generaran una rutina diaria para ordenarse. Hubo que ponerle voz a esa rutina y generar un camino simbólico. Después tuvimos que trabajar con el tema del duelo, que estaba muy presente, y que recordaba duelos anteriores. Nuestro trabajo se fue armando en relación a eso, ser soporte y escucha para la otra persona. Después todo fue mejorando con las pequeñas aperturas y se pudo salir más", dice.
Además cuenta que tuvieron que tener mucho cuidado a la hora de llamar, debido a las estafas, ya que sabían que las personas iban a comenzar a contar cosas muy personales. "Trabajamos para que las adultas y adultos pudieran bajar los niveles de ansiedad, que haya alguien que los escuche es muy importante. Incluso a muchas personas que hemos llamado han empezado un espacio terapéutico. Aunque ese espacio no quita que podamos seguir llamándolos para seguir cerca. Y ahora estamos en el camino de retomar y volver a salir".
“Es mi ángel de la guarda”
Alicia Pepio también acudió al número de teléfono "por soledad y desesperación en plena pandemia". "No recuerdo bien cómo conocí la propuesta pero me llegó a través de alguna publicación, después googlé y vi el número y comenzó a llamarme Patricia, que resultó ser mi ángel de la guarda. Patricia me contuvo mucho, porque vivo sola y en pandemia se enfermó mi consuegra, estuve muy angustiada y preocupada. Después mi hija y su familia tuvieron covid, y estaba muy preocupada. Me faltaba el contacto, tenía ganas de ir a abrazarlos y no podía. De alguna manera mi psicóloga era Patricia, hablámos de todo, me conoce a la perfección", cuenta Alicia.
Patricia la llamaba una vez a la semana y después cada quince días, siempre dependía cómo se encontraba Alicia. Por momentos también la volvía a llamar en la semana si sentía que lo necesitaba.
"Además de hablar sobre la situación de la pandemia, hablamos sobre cosas de la vida. Patricia me alegró, me hizo feliz conocerla. Es una persona muy especial. La verdad que estén las llamadoras me pareció una acción muy humanitaria. Fue una emoción enorme conocerla personalmente, ahora además de que me asistió por teléfono, ya conocí su cara. Para mí fue siempre mi amiga. Charlamos de todo, de mis nietos, tuvimos conversaciones no solo de la pandemia. Patricia es una persona angelical, es una dulzura. Una persona muy afectuosa", agrega.
Patricia Valdez es trabajadora social y desde 2004 trabajaba con infancias en el municipio. Cuando llegó la pandemia y comenzó la cuarentena, la convocaron a trabajar en este dispositivo que se había armado específicamente para ese momento.
Sobre la experiencia narra que fue principalmente de escucha. "Había un grupo que hacía una evaluación porque a veces solo había preguntas muy puntuales y sino nos derivaban las llamadas. Lo principal era escuchar, había mucho temor y más al principio. Con el tiempo comenzó a generarse un vínculo de confianza. Esperar un llamado semanal de alguien que no le conocés la cara y la gente me atendía el teléfono y me saludaba con un “hola Patricia” porque ya sabía que a esa hora y ese día iba a llamar y esperaban ansiosos el llamado", dice.
"A medida que hubo apertura de actividades se generó un fortalecimiento de la relación que se fue generando en este año y medio pero me parece que el dispositivo visibilizó algo que ya estaba, algo que era previo a la pandemia. Hay diversidad de adultas y adultos mayores, algunos manejan internet y otros no, además de ciertas imposibilidades al acceso a la salud, a sacar los turnos, dificultades para gestionar trámites que han quedado establecidos únicamente de manera virtual, otras personas que no tienen celular. En ese tipo de problemáticas además del acompañamiento por teléfono hemos realizado trámites. Ese acompañamiento en las cuestiones que tienen que ver con lo cotidiano, fueron destrabando problemas de salud que antes de la pandemia no se abordaban", cuenta la trabajadora social.
Y agrega que ha sido muy amplio el abanico en el que han intervenido. "Visibilizó que muchos adultos mayores no son personas anuladas que no pueden hacer, todo lo contrario, son personas que sí pueden hacer, con una gran diversidad de características. No se puede unificar la imagen de un abuelito con un bastón. Nos hemos encontrado hasta con situaciones de violencia de género por lo que el llamado ha sido muy importante porque en algunos casos éramos los únicos que los contactábamos", explica.
Además, resalta la importancia de poder hablar sin prejuicios del otro lado. "Los adultos y las adultas mayores me sorprendieron, nunca había trabajado con ellos y la verdad tampoco sabía cuánto iba a durar este trabajo, por mi edad, tengo más de 60 y no podía hacer trabajos presenciales. Así que trabajaba desde mi casa haciendo esto y ahora pedí quedarme con adultos y adultas mayores, fue todo un descubrimiento. El vínculo que se generó entre las personas, fue realmente muy lindo. Hay un ida y vuelta muy lindo, por ejemplo como con Alicia".
Entre las cosas que aprendió con los llamados principalmente fue darse tiempo. "Bajar la velocidad de la pregunta y la respuesta. Dar tiempo a que el otro piense lo que una pregunte, esperar sus respuestas con tranquilidad, muchas veces los silencios no quieren decir que el otro terminó de hablar sino que está pensando lo que dice. A diferencia de la ansiedad que muchas veces una tiene, me di cuenta que tenía que bajar esas revoluciones y seguir su ritmo", finaliza.
Otros dispositivos de Rosario Cuida a sus Grandes
Red de Acompañamiento Digital
A través de la página de Facebook y del canal de YouTube Dirección de Adultas y Adultos Mayores y de grupos de difusión de WhatsApp se acercaron cada día propuestas de estimulación cognitiva, rutinas de actividad física, lecturas, entretenimientos y actualizaciones respecto de los cuidados y prevención frente al coronavirus. La Red de acompañamiento telefónico y digital alcanza a unas 15.600 personas.
Programa Radial: Frecuencia Mayor
Las voces de las adultas y los adultos mayores se empoderan en “Frecuencia Mayor”. Un espacio social, cultural e informativo para compartir. La segunda temporada se emite en vivo todos los viernes de 15 a 16 por FM Radio Comunitaria Aire Libre. 91. 3 Mhz.
Actividades presenciales
Los Centros de Actividades Integrales para Adultas y Adultos Mayores (CAIAM) son espacios gratuitos recreativos, educativos y culturales destinados a personas mayores, ubicados en todos los distritos de la ciudad. Promueven el envejecimiento activo, la educación permanente y colaborar en la construcción de lugares de socialización y participación que posibiliten el desarrollo de vínculos sociales a través de clases de gimnasia, taller de la memoria, taller literario, taller de teatro, taller de arte, mateadas, caminatas, paseos y actividades lúdicas. En total hay 37 espacios ubicados en todos los distritos de la ciudad
Escuela Municipal de Gerontología Dr. Marcos R. Berezovsky
Es una entidad mixta que depende de la Dirección de Adultas y Adultos Mayores y que cuenta también con una asociación cooperadora. Fue creada en el año 1990 por el médico geriatra y gerontólogo Marcos R. Berezovsky, un precursor en el tema que logró instalar en la agenda política la problemática de las adultas y los adultos mayores en la ciudad. Ofrece cursos de capacitación para personas interesadas en trabajar con mayores y talleres (presenciales y online) para adultas y adultos mayores.
En total se dictan 43 talleres y 3 idiomas con diferentes niveles y cursos de capacitación para personas interesadas en trabajar con mayores.
Abordajes Sociales
Se trabaja con casos de adultas y adultos mayores en situación de vulnerabilidad que llegan a la Dirección de Adultas y Adultos Mayores a través de demandas espontáneas telefónicas y presenciales, derivados desde otros espacios de la Municipalidad (CCB, Servicio de Atención Ciudadana) o desde efectores de salud municipal, provincial y del poder judicial, entre otros.
Los casos son evaluados por un equipo interdisciplinario. Entre otros aspectos, su resolución puede derivar en orientación al o la solicitante en cuanto a los beneficios y posibilidades que cuentan tanto las/los mayores como su red familiar; intervención psicosocial y jurídica; acompañamiento en la gestión de trámites y/o beneficios sociales; alojamientos en residencias geriátricas, Hogares de Mayores municipales o provinciales, en pensiones u hoteles o brindarles subsidios temporales de subsistencia. El equipo cuenta con trabajadoras/es sociales, acompañantes terapéuticas/os y un área legal.
Hogar de Mayores
Es una residencia para adultos mayores varones que necesiten asistencia y contención institucional para resolver situaciones de la vida diaria. Sus residentes tienen libertad para organizar las entradas y salidas y no existen horarios fijos para la recepción de visitas de familiares y amigos.