26 de noviembre

Cultura

Gail Simone: la impronta femenina en el universo de las historietas

Integrantes del Instituto Municipal de la Mujer dialogaron con la guionista estadounidense, una de las presencias más destacadas de la convención internacional de cómics Crack Bang Boom.

“Cuando tenía alrededor de 6 años yo vivía en un muy pueblo realmente pequeño, en el área rural de una ciudad muy, muy pequeña. Pasaba mucho tiempo sola, con mi propia imaginación. Un día estaba viendo las repeticiones del show de Batman y de pronto Batgirl (Batichica) se apareció ante mí. Era un personaje que tenía pelo negro, que podía pelear por sí misma, que era la más inteligente, y eso realmente cambió mi vida. Yo era muy tímida con mi pelo rojo y mis ojos azules, me costaba relacionarme en la escuela, pero al otro día hasta me sentía más alta y me paraba distinto. Después de eso mi primer cómic fue la Mujer Maravilla”, recuerda Gail Simone, la guionista de historietas norteamericana que se encuentra en la ciudad invitada especialmente para participar de la 7º edición de la Crack Bang Boom que tiene lugar en Rosario desde el 11 hasta el 14 de agosto.

Simone fue pionera en incorporar la perspectiva de género en un mundo preponderantemente masculino durante muchos años y se desempeñó dándole vida a numerosos personajes del mundo del cómic.

"Desde pequeña, cuando vivía en Oregon, mi pueblo natal, empecé a disfrutar de los cómics, de leer sobre esas mujeres que no necesitaban príncipes que las rescataran y que podían lanzarse solas a la aventura", rememora, a la par que agrega: "Pero cuando era joven, me empecé a sentir frustrada leyendo ficción. Cuando leía la Mujer Maravilla, ella podía vivir sus propias aventuras, no necesitaba de otros, pero vi que a los personajes femeninos empezaban a sucederles cosas como ser violadas, asesinadas o simplemente descartadas para que los personajes masculinos pudieran vengarse, y entonces empecé a preguntarme qué significa eso en la sociedad: significa que no te valora". Y en este punto observa: "Si la ficción supone un reflejo de la sociedad, eso que le pasaba a los personajes femeninos era lo que podía pasarle a las mujeres. Yo no era consciente que dejé de leer debido a esto, pero sí me pregunté por qué esto ya no era para mí si había sido una gran fan desde pequeña”.

En 1999 lanzó estas preguntas al aire, fuerte, desde su sitio web Mujeres en el refrigerador: ¿Por qué las mujeres no leen cómics? ¿Por qué las mujeres aparecen en las historias siempre como un complemento de los héroes y algo posible de ser descartado? Llovieron las respuestas y las críticas, “todo el mundo hablaba y no de la mejor manera”, cuenta divertida.

Mujeres en el refrigerador hizo mucho ruido y se convirtió en un espacio de intercambio, y esto llamó la atención de la industria de la historieta, que sintió el cuestionamiento, y así se abrió la puerta a lo que sería una exitosa carrera como guionista.

“En ese momento era peluquera. Quise ser escritora desde muy pequeña pero fui frenada por mis padres que me habían dicho que nunca podría ganar dinero escribiendo, así que tenía mi propio salón. Pero empecé a escribir una columna pequeña y terminé escribiendo para Los Simpsons, Marvel Comic y Dc Comics”, explica.

Ser una de las pocas mujeres en un mundo mayormente masculino no fue algo que Simone notara hasta que otros se lo marcaron. “Siempre estuve muy enfocada en mi perspectiva y en cómo quería que fueran los personajes femeninos”, afirma y considera que nunca se sintió discriminada ni condicionada en la creación de sus personajes e historias, aunque ésto no le impidió notar que dentro de ese universo se contaban con los dedos de una mano las mujeres, las que, además, sólo estaban invitadas a escribir sobre personajes femeninos. Esta barrera, dice, es uno de los nuevos desafíos a los que se enfrentan hoy.

La reconocida guionista manifiesta que en la actualidad más mujeres participan de la industria y de las convenciones, y concluye que este cambio también se vislumbra en las audiencias. “Ayer pasé unas horas en Crack Bang Boom y muchas chicas se acercaban y traían sus artbooks y eso es realmente emocionante, el cambio está pasando ahora”, evalúa Simone, quien subraya que las mujeres no sólo participan como espectadoras sino también como productoras acercando materiales nuevos. "Hoy la audiencia de estos encuentros se encuentra compuesta en un 50 y 50, a diferencia de otros años donde la participación consistía más en un 80/20”, rescata, en tanto señala que, sin embargo y a pesar de crecer el público femenino, no ocurre lo mismo con el material que dé respuesta a las búsquedas de ese público.

"¿Qué busca la mujer en la ficción?", se pregunta Gail y reflexiona, a partir de su experiencia, que la ficción funciona como un reflejo de la sociedad y por ello se ve en la necesidad de construir personajes que reflejen la diversidad, que se construyan a partir de la aceptación de lo diferente y que encuentren la posibilidad de incorporarse a los diferentes espacios, no ya como un reflejo de las características masculinas sino como un reflejo de sus propias potencialidades pudiendo encontrar la fortaleza, más allá de la fuerza física, en otros rasgos como la compasión, la inteligencia, la independencia y la autonomía.

En 2007, Simone se convierte en guionista de la Mujer Maravilla. “La Mujer Maravilla es un símbolo poderoso para tomar la palabra y ha permitido hablar de sus vidas a las mujeres, me ha permitido a mí encontrarme con mujeres víctimas de abusos, incluso hablar en la Casa Blanca de la importancia de la ficción y el rol de sus personajes”, relata.

También apunta que viajar por el mundo le ha brindado la posibilidad de encontrarse con mujeres y sus realidades más diversas, donde muchas veces los derechos están postergados o negados. De acuerdo a su visión, la ficción, con estos personajes femeninos poderosos, funciona en ellas como una proyección de sus deseos y les permite empoderarse. “No podemos hablar de la mujer, creo que hay diferentes mujeres y si pensás en un libro para mujeres no podés pensar en unicornios y arco iris porque no es la forma en la que se ven todas las mujeres. Busco la diversidad, que los personajes, que antes eran todos similares, tengan distintos lados, formas y carácter, como es la sociedad”, manifesta al respecto.

“Es muy difícil elegir un personaje favorito, porque me gustan todos por diferente motivos, pero realmente amo escribir sobre Black Canary”, confiesa Gail y describe a su personaje favorito: una mujer que logró construirse desde abajo, trabajando muy duro para dejar atrás una relación abusiva y una realidad marginal, hasta convertirse en alguien muy poderoso. Black Canary habla de una historia de superación, como las que le gustan a la guionista, como su propia historia.

Para cerrar la charla, Gail Simone, la pelirroja cuyos padres le auguraron un futuro incierto en la escritura y que la llevó a ser peluquera, adelanta que en la actualidad trabaja en la construcción de un horror comic donde dos protagonistas mujeres demuestran que las chicas no sólo pueden ser víctimas dentro de las historias y que, definitivamente, no se mueven en universos con unicornios y arcoiris.