La seguridad vial es un desafío muy importante que los Estados a nivel mundial deben abordar con políticas activas. Más de 1,35 millones de personas pierden la vida anualmente debido a siniestros de tránsito y el 93% de las muertes se producen en los países en desarrollo. Otras 50 millones de personas usuarias de las calles resultan gravemente heridas todos los años. 

La visibilización de la problemática y la responsabilidad son procesos a construir que deben ser acompañados de la fiscalización, por ser un pilar importante a la hora de garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes. 

El Plan de Seguridad Vial se concibe como un conjunto de ideas y acciones planificadas, construidas a través del consenso con sus principales actores, para la prevención, disminución y mitigación de los siniestros viales, en base a una planificación a mediano y largo plazo, considerando la disponibilidad de recursos y responsables para  su  formulación,  implementación  y  seguimiento,  con  los  diferentes  actores  y  agentes locales. 
 

Meta principal: reducir en 10 años un 35% los siniestros viales en la ciudad de Rosario.
Visión cero: le da un enfoque ético a la seguridad vial y tiene como ideal reducir a 0 el número de víctimas fatales o heridas graves de siniestros viales. Se basa en que la pérdida de una vida es moralmente inaceptable y atribuye la responsabilidad de los siniestros viales a las partes involucradas en la planeación, diseño y operación del sistema de movilidad, siendo todos responsables de un desempeño seguro. 

Siempre casco

Este proyecto tiene como objetivo estratégico la realización de una campaña a largo plazo en la que todas las personas integrantes (Municipio, Organizaciones Civiles y empresas) puedan aportar ideas, generando cercanía y compromiso. La concientización de la sociedad sobre la importancia de la prevención y de la seguridad vial, en particular el uso del casco, es fundamental para lograr un auténtico cambio cultural en la ciudadanía, acompañado de políticas de gestión orientadas al cumplimiento y la punición como contracara dura y complementaria.
 


Alcohol cero

La inseguridad vial es la principal causa de muerte de las juventudes de Argentina.

El consumo del alcohol es uno de los factores de riesgo determinados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a su vez incide directamente sobre las otras causas de siniestros viales. Habiendo bebido, quienes conducen usan menos el casco y el cinturón de seguridad, y se maneja a mayor velocidad.

Pero si se sabe que conducir después de haber tomado es riesgoso, ¿por qué lo siguen haciendo? Según el informe del Observatorio Vial es por falta de apego a las leyes, de percepción de controles policiales orientados a la vigilancia de las normas de tránsito, de hábitos de prevención y por la internalización de creencias del estilo de “si manejo alcoholizado, pero con cuidado, no es peligroso”.

"La tolerancia del 0,5 gramos por litro en sangre da para pensar que yo lo puedo controlar. Mientras que la tolerancia cero al alcohol no deja lugar a la discrecionalidad ni a la autointerpretación. Y eso hace a la posterior eficacia del control y de la implementación de los conductores.”

Normativa



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