Emprender y compartir: con local propio venden sus productos y apoyan a otros proyectos
Romina y Mariano destacan el valor de las capacitaciones brindadas por Economía Social para desarrollar su marca y generar redes de trabajo con otros emprendedores.
Romina Alderete y Mariano Bertochi llevan adelante un emprendimiento llamado Ciabatta, arquitectura del pan. Un nombre largo para una marca que se basa en productos de panificación inspirada en maestros panaderos, en la que la ciabatta es la estrella, y donde los secretos de la masa fermentada son parte del éxito. Solo una parte. El resto, señala Romina, “lo hace la capacitación recibida de manos de la Municipalidad, a través de la Escuela de Emprendedores, para desarrollar una marca”.
En este sentido, ambos remarcan que “se puede tener una buena idea, pero si no se conoce el ABC del emprendimiento no se puede poner en marcha un proyecto”. Mariano cuenta que comenzaron “casi por accidente”, durante un paseo. “Romina estuvo viviendo 10 años en España y tenía una idea de lo que era la panificación en Europa. Un día caminando por la costanera, nos cruzamos con la feria de La Pérgola y nos contactamos con una de las coordinadoras y ella nos explicó cómo teníamos que hacer para formar parte de las ferias de la Municipalidad”, recordó.
En 2017 comenzaron a participar de la feria de Presidente Roca y el río y apostaron a formarse con la asistencia de la Escuela de Emprendedores de la Subsecretaría de Economía Social. Su pasión por la panificación, sus conocimientos de arquitectura y diseño se sumaron a las instancias de formación que brinda el municipio y hoy no solo desarrollaron una marca exitosa, sino que poseen un espacio de comercialización, Cavallari82 – Rioja 860-, donde no solo ofrecen a la venta sus panes sino también los productos de otros emprendedores rosarinos ligados a la economía social y de la región.
“En Economía Social primero hacen una formación como para que uno pueda aprender a organizarse, que pueda aprender un poco de números y de cómo llevar los primeros pasos de un emprendimiento y después hay un poco de cada uno también, de hacer una búsqueda particular sobre hacia dónde quiere ir el emprendimiento”, explicó Mariano y Romina complementó: “Desde que entramos a hacer todo el proceso de Economía Social, entendimos que había que apuntar a una marca y yo creo que eso fue fundamental. Entender que queríamos que Ciabatta fuera una marca, fue lo principal, tener un objetivo claro”.
Su local, Cavallari82, sintetiza el espíritu de la economía social local. Allí se pueden encontrar productos saludables, elaborados con materia prima local y de la región (las harinas vienen de un molino orgánico ubicado en Bouquet), con concepto de cercanía para cuidar la huella de carbono y es un espacio donde prima el espíritu asociativo de trabajo, ya que es una vidriera para la venta de producciones de emprendedores de la economía social. Además, Mariano -que es diseñador gráfico y estudiante de arquitectura- colabora con el diseño de etiquetas y logos para quienes lo necesiten.
Romina cuenta que en su paso por las ferias y el Biomercado, fueron conociendo a los emprendedores y sus productos que ahora venden en el local. “Nuestra idea siempre fue buscar hacia afuera y traer cosas que no sean tradicionales, productos gourmet, no tan típicos de lo que sería un mercado tipo almacén y todo eso conjugarlo con los productos no tan tradicionales que hacemos nosotros de panificación”, aporta Mariano.
Marcar la diferencia
Todo en Cavallari82 está dispuesto para que antes de consumir se pueda dialogar, conocer la historia de cada producto. Por ejemplo, el sándwich más vendido producido por Romina y Mariano, se llama Calvel en tributo al panadero que desarrolló la técnica de la autolisis, que mejora el amasado y el desarrollo del gluten. Otro de sus sándwiches se llama Zang en honor a quien creó el croissant.
Las producciones de Ciabatta, arquitectura del pan, son agroecológicas y conjugan lo mejor de antiguas recetas de la panificación europea. El resto de los artículos que se promocionan para la venta en el lugar: mieles, blends de tés, de yerba mate, yogures tipo griego, kéfir, harinas especiales, mermeladas y dulces, marcan la diferencia por los modos de producción sustentables y saludables.
Aprender de las ferias y del Biomercado
Participar de los espacios de ferias con los que cuenta la Municipalidad de Rosario fue una instancia de aprendizaje para manejarse con los consumidores, señalan Romina y Mariano. El diálogo que se produce en las ferias ofrece la posibilidad de contar al otro la historia del producto y promover los valores de la economía social.
Actualmente, Romina y Mariano participan de cada edición del Biomercado, donde dicen sentirse muy cómodos y pueden ampliar su red de contactos para la producción y la venta de productos propios y de otros emprendedores.
La formación y capacitación les permitió valorar el trabajo en red como un modo de potenciar su propia producción y la de los demás.
Escuela de Emprendedores
Es un espacio educativo orientado a la capacitación de emprendimientos con base en la educación popular, que tiene como finalidad brindar herramientas sencillas, accesibles y prácticas que permitan fortalecer y profesionalizar los proyectos individuales y/o familiares y cooperativos.
El acceso a cualquiera de sus actividades no es abierto. Los emprendedores y emprendedoras (actuales o potenciales) acceden siempre a través de una entrevista en profundidad que se realiza en cada uno de los 6 distritos de la ciudad. La entrevista- diagnóstico se realiza en el lugar de trabajo de la persona, generalmente en su vivienda.