22 de noviembre

Patrimonio

Planeamiento

Un ícono de Alberdi: comienza la restauración de la parroquia Sagrado Corazón

La Municipalidad destinará 2,7 millones de pesos para reparar y volver al aspecto original al hito de zona norte creando un entorno más seguro y revitalizando la vida social del barrio.

Todo un ícono de barrio Alberdi, la parroquia Sagrado Corazón de Jesús será restaurada a 90 años de su construcción. La Municipalidad de Rosario destinará 2,7 millones de pesos para una intensa intervención del edificio que es eje de la vida social de zona norte. También se renovará el mobiliario urbano de la avenida Puccio. Las tareas, que van desde limpieza de la fachada hasta la reparación de la torre, demandarán seis meses de trabajo. También alcanzarán el cerco de la iglesia levantada a principio de siglo XX y que fue un símbolo de la comunidad religiosa del Pueblo Alberdi antes de ser anexado a la ciudad.

“Al igual que la restauración de la iglesia San Francisquito en zona oeste, creemos en preservar el pasado y mejorar el presente con obras que valoricen y hagan entornos más seguros”, explicó el secretario de Planeamiento, Pablo Ábalos. El municipio también renovará la vereda, repondrá barandas del puente que cruza la avenida Puccio y pintará el mobiliario vandalizado respondiendo al pedido de vecinos y vecinas del distrito Norte.

En 180 días, con un presupuesto de 2.735.000 pesos y el seguimiento de los profesionales del Programa de Preservación y Rehabilitación del Patrimonio, las tareas incluirán consolidación de revoques y ornamentación. Algunas de las decoraciones datan de 1924 cuando el edificio empezó a construirse sobre el terreno donado por José Nicolás Puccio, fundador del Pueblo Alberdi.

Se limpiará toda la fachada con la idea de volver la estructura al aspecto original para recuperar la autenticidad del mensaje arquitectónico pensado y financiado por los hijos de Ciro y Hortensia Echesortu. La antigüedad y valor del edificio hace que tenga el segundo grado de protección más alta en Rosario. Esto significa que parte del trabajo será manual.

Dentro de la iglesia se limpiarán y cambiarán las cubiertas metálicas del techo. En la torre, que cuenta con estructuras de maderas, reemplazarán las partes degradadas y protejerán los herrajes con una pintura especial. También se sellarán las tejas y ventanas. También se reparará la escalera y se sellarán los desagües con filtraciones.

En el exterior de la iglesia el programa de Preservación del municipio definió algo habitual para la protección de estructuras antiguas: hacer un mapeo de los revoques y fisuras, incluido los arreglos y parches previos. La última restauración se hizo en 2000, según recuerda el párroco Rafael Romero, cuando repararon la cúpula y pintaron el interior del templo. Las partes y los parches serán quitados y serán reemplazados por nuevos revoques. El mismo tratamiento tendrá la cornisa y los aleros. También se trabajará en las aberturas de madera del ingreso.

Casi sobre la vereda se repararán rejas y el pedestal de la imagen del Sagrado Corazón, nombre que tomó la parroquia en 1919 cuando Rosario anexó el pueblo Alberdi. Originalmente la iglesia se llamaba Santa Rosa de Lima, pero ya existía una iglesia con ese nombre en la ciudad.

Referencia

El edificio religioso de la esquina de Puccio y Agrelo es uno de los 263 inmuebles catalogados en el distrito Norte. En toda la ciudad hay casi 600 inmuebles con distintos grados de protección. La Secretaría de Planeamiento asesora en mantenimiento, capacita a profesionales y deriva fondos que surgen del aporte de vecinos y vecinos de la ciudad para proteger el patrimonio colectivo.

Es un punto de referencia para el barrio y parte de un área histórica junto a la avenida, la plaza y Villa Hortensia. Las tareas removerán décadas de pintura y los vecinos y vecinas descubrirán el color original, más beige que el gris que conocen”, contó la directora del programa de Preservación, Mariel Santos.

La comunidad de la Sagrado Corazón brinda asistencia y apoyo hospitalario en los centros de salud y hogares de Adultos Mayores del barrio Alberdi. La tradición de asistencia empezó con María Francisca de Jesús Rubatto, una piamontesa que fundó misiones religiosas en Uruguay y Argentina a fines del siglo XIX. En Rosario el colegio San Francisco de Asís, a metros de la iglesia Sagrado Corazón, fue la primera comunidad de religiosas, llamadas Capuchinas Madre Rubatto. Ellas sentaron las bases de un profundo compromiso con los más necesitados.

Hoy parte de la tarea de la iglesia es servir de espacio para la fundación Cáritas. “Es una comunidad armada, cálida, afectuosa y con ganas de crecer. La obra de restauración nos permitirá hacerlo”, contó el padre Rafael Romero que asumió como párroco a principio de 2016 después de José María Lamas, hoy en Zavalla. “La iglesia fue centro religioso del pueblo. Es un símbolo de un núcleo urbano que tiene características propias. La torre era un signo de identidad y otorgaba orgullo de representación”, agregó el cura.

En la actualidad, la iglesia está vinculada con clubes y escuelas compartiendo encuentros deportivos y trabajando desde la escuela de catequesis, donde asisten los alumnos del Instituto Medalla Milagrosa, a la vuelta de la iglesia por calle José C. Paz, entre otras instituciones.

Distribución

Al igual que la iglesia San Francisquito, la parroquia Sagrado Corazón es parte del patrimonio social vivo de la ciudad que es protegido por la Municipalidad de Rosario. Es parte de las políticas desde hace 20 años cuando se creó un programa específico para evaluar y construir al mantenimiento de inmuebles públicos y privados. Por el curso de la historia de la ciudad, la mayoría de los casi 6 mil inmuebles catalogados y protegidos están en el distrito centro. Las estructuras en los barrios no dejan de tener igual valor, por lo que las autoridades decidieron invertir en la restauración.