Apostando a la inclusión, jóvenes tienen una nueva oportunidad
La Feria Navideña realizada en plaza Montenegro fue el espacio elegido por participantes del Programa Nueva Oportunidad para comercializar productos elaborados de manera artesanal.
El programa Nueva Oportunidad, desarrollado en conjunto por la Municipalidad y el Gobierno de Santa Fe, permitió a casi 4.500 jóvenes de 16 a 30 años, que hayan dejado la escuela, lograr una formación en oficios. Se capacitaron en albañilería, electricidad, cocina; hicieron cursos de árbitros de fútbol; aprendieron; adquirieron herramientas para la inserción laboral, fabricaron una diversidad de productosy y en la Feria de Navidad los vendieron.
El miércoles 20 de diciembre, sobre las mesas distribuidas estratégicamente en la plaza Montenegro están los productos realizados por herreros, carpinteros, artesanos, mosaiquistas y serigrafistas. Además, fotógrafos recorren cada lugar para ofrecer sus servicios. Todos en la búsqueda de construir una realidad diferente.
La intendenta Mónica Fein se acercó a la plaza a ver el trabajo de todos los equipos. “Venimos impulsando que jóvenes que tuvieron dificultades para terminar la escuela puedan capacitarse en oficios. Reciben una beca durante su formación, a manera de estímulo y además exponen y venden sus propios productos”, señaló. "Con esto mostramos que cuando se les da una oportunidad, los jóvenes aprenden y desarrollan sus capacidades”, agregó.
“Quiero rescatar a las organizaciones sociales, que son las entidades capacitadoras”, apuntó Fein y marcó que allí se realiza “un tercer tiempo, un espacio donde también reflexionan sobre su vida, su futuro y en esta nueva oportunidad de insertarse en el mundo laboral. Con esto le peleamos a esta situación de no tengo futuro, aprenden con otros compañeros, y están las instituciones y el Estado provincial y municipal para acompañarlos”, indicó.
La titular del Ejecutivo local destacó además que el programa Nueva Oportnidad ayuda a muchos a terminar la escuela. En ese sentido, la secretaria de Desarrollo Social, Laura Capilla, sostuvo: “Los jóvenes a los que apunta el Nueva Oportunidad tienen realidades complejas y difíciles”. “En Rosario hemos planteado, desde hace varios años, aportar a la inclusión”.
Igualdad y solidaridad
En el Club Reflejos de Empalme Graneros, funciona un taller de radio y otro de operadores, además está la FM Reflejos. Entrevistado por los conductores de la radio abierta del taller, Luciano Vigoni, coordinador provincial del Programa Nueva Oportunidad, contó: “Vivimos momentos difíciles como argentinos en la última semana, hay un gobierno que está pegando un ajuste que afecta sobre todo a los sectores populares y esto es la antítesis, un gobierno que desde hace años piensa en trabajar con los jóvenes que dejan la escuela, que les costó estudiar. Esto tiene que ver con un proceso de inclusión”, aseguró.
Más adelante dijo que “no es posible pensar en una Rosario si no es con todos incluidos, en términos de igualdad y solidaridad”.
“Queremos que esta sea la primera gran experiencia, que todos aquellos que se enamoraron de un oficio, se engancharon y lo piensan como una salida laboral, sea el comienzo de un gran camino que marque la posibilidad de participar en ferias y vender sus productos en cada plaza, en cada barrio, en toda la ciudad”, terminó diciendo.
¡Basta de violencia y maltrato contra la mujer!
Son muchas, están con sus capacitadoras. Susana Scipioni es trabajadora social, está en el Área de Atención en Violencia de Género. Desde allí se sumó al Programa Nueva Oportunidad para restituir derechos a mujeres que han sido arrasadas por distintos tipos de violencia.
Hoy forma parte del equipo que capacita a mujeres que ingresan al Área. “Ellas se formaron en panificación”, dice y suma que además de todas las cuestiones legales, denuncias, restricciones de acercamiento. "Hablamos con ellas para ver cómo hacemos para que logren una cierta autonomía económica”, señaló.
Susana destaca el trabajo conjunto con el Ministerio de Educación para que finalicen sus estudios; que tengan un empleo para que logren un trabajo estable; y con Economía Social para aquellas que quieran sostener sus propios emprendimientos.
A su lado, Mariela relata que elaboró budines y pan dulce. "Ya vendimos todos. Le ponemos mucho amor, mucha dedicación. Logramos un grupo relindo, esto nos hizo muy bien a todas, psicológicamente y de manera grupal”.
La joven estaba en el Área de Violencia acompañada por profesionales que le sugirieron se integre al Programa Nueva Oportunidad, en los talleres que se brindan en el barrio República de la Sexta. “Esto me cambió muchísimo la vida, encontré amigas y formamos un grupo relindo con la ayuda de los profesores”.
Y entre los agradecimientos suma a Bryan, su profesor, “que le pone mucha dedicación y está siempre con nosotras. Y fue un desafío para él también, imaginate, nosotras venimos de hechos de violencia y él es hombre, fue un desafío tanto para él como para nosotras. Estamos felices por todo esto”
Felisa Valenzuela es otra capacitadora, y forma parte del Grupo Enredar. "Les enseño por voluntad y ganas”, dice. Ellas también se llaman «Mujeres que cultivan».
“Nosotras trabajamos en huertas aromáticas, organopónicos, plantas medicinales, ornamentales y verduras”, detalla; y agrega: “En nuestra huerta tenemos casi de mil plantas; ahora estamos nuevamente semillando”. Además, menciona la huerta ubicada al costado del Centro Integrador Comunitario de Molina al 2800, donde obtienen los ingredientes naturales que luego utilizan para producir las cremas que venden en las ferias. Destaca que también dedican tiempo a reflexionar sobre violencia de género.
Otras voces
Belén vive en el barrio Tablada, y forma parte de «Alas para Crecer». Allí hacen panificación y venden pizzetas, rosquitas, tortas y alfajores. "Productos todos caseros, que elaboramos nosotros”, dice orgullosa. “Esto es parte de lo que nos enseñaron a lo largo del año y lo traemos acá para mostrar y venderlos”, dice y cuenta que la venta va muy bien.
En uno de los stands había un grupo que se capacitó en peluquería y manicura. Irene salió de trabajar y se llegó a la feria: “No pensé en venir a hacerme las manos acá, es muy buena idea y está todo muy lindo, hermoso”.
En el mismo lugar, la coordinadora de Formación Profesional y Capacitación Laboral del Ministerio de Educación de Santa Fe, Viviana Córdoba, también recibía el servicio de una manicura y comentaba: "Nosotros estamos recibiendo el nueva oportunidad en las escuelas, por eso vinimos a acompañar”.
Córdoba recordó que la vinculación con el programa surgió este año, para esto armaron “todo un sistema de capacitaciones para que los chicos después puedan tener continuidad, es decir que puedan certificar ahora y luego profundizar los contenidos en una escuela con un formato más profesional. Y con esto sumamos otra oportunidad después de la certificación”.
“Está muy bueno verlas trabajar, ellas van eligiendo distintas ofertas educativas y después lo van ejerciendo profesionalmente y está bueno ver la evolución", terminó diciendo.
¿Necesitás un fotógrafo social?
A espaldas del Centro Cultural Fontanarrosa estaba Amalia Di Santo. Ella realiza talleres de fotografía en los Centros de Convivencia Barrial (CCB) Santa Lucía y Rouillón que denomina Fotografiarte: “Lo que aprenden los chicos es el oficio del fotógrafo social”, menciona. “Aprenden a hacer fotos de eventos, gigantografías, fotos tarjetas y este grupo es uno de los que ya está trabajando”, agregó.
“Hoy vinimos a exponer una muestra y de paso repartir folletos con el listado de servicios que los chicos pueden ofrecer. Tuvimos un muy buen recibimiento de la gente que pasó por el lugar”, continuó diciendo.
Joel, otro de los fotógrafos del taller contó llegó al programa. "Fue por uno de los trabajadores del CCB que me fue a buscar a mi casa y la propuesta me gustó, está bueno. Aprendí mucho y ahora trabajo con esto", dice mostrando su cámara de fotos. Y agregó que también realiza trabajos para cumpleaños de 15, casamientos, despedidas, bautismos y egresados.
El taller Altas Luces se desarrolla en los Centros de Convivencia Barrial Ayacucho y Las Flores, bajo la coordinación de Pablo Madussi. Al pasar por el lugar, la intendenta se sorprendió con el registro fotográfico que hicieron del arroyo Saladillo y sus cascadas. Los fotógrafos las exponen acompañadas de almanaques que venden en su espacio.
Mujeres tras las rejas
La Organización No Gubernamental “Mujeres tras las rejas” también tiene su espacio. Lleva más de una década visibilizando a las mujeres que están privadas de su libertad en la Unidad 5 de Rosario, lo hacen también a través del programa que emite Aire Libre, Radio Comunitaria.
Las internas son jóvenes, algunas mamás, con estudios sin terminar, que han caminado por el delito como una forma sustento. En el penal, “Mujeres tras las rejas” colabora con el taller El Enredo, Experiencias textiles, para que logren alguna formación y el programa Nueva Oportunidad ayuda. Silvia integra la ONG y es quien sale a las ferias a ofrecer los productos “que las chicas producen, alfombras bordadas de navidad, llaveros, agendas, almohadones, entre otros”.