23 de diciembre

Desarrollo social

Convivencia

La Lagunita festejó el 9 de julio a pura imaginación

El centro de convivencia del barrio se transformó en la Casa de Tucumán para conmemorar la independencia argentina. Vecinas y vecinos compartieron diversas actividades y una guiso patriótico.

El Centro de Convivencia Barrial La Lagunita, ubicado en Bv. Seguí 6693, fue este miércoles el escenario de un viaje en el tiempo cuando el espacio municipal cambió su fisonomía habitual y se transformó, por un día, en la Casa de Tucumán. Así, vecinas y vecinos, junto a sus familias, tuvieron la oportunidad de rememorar aquel histórico 9 de julio y festejar la declaración de la independencia, celebrando la posibilidad de convivir y construir lazos en comunidad.

Integrantes de los equipos de trabajo del Centro de Convivencia y del Centro de Capacitación y Producción del Nueva Oportunidad, ubicado del otro lado de boulevar Seguí, se vistieron especialmente para la ocasión con atuendos de la época. Claudia Manasero, coordinadora de ambas instituciones, encarnó a Francisca Bazán de Laguna, dueña de la Casa de Tucumán, en tanto David Jimenéz, profesor de teatro, fue Manuel Belgrano y ofició como maestro de ceremonias de la celebración. A ellos se sumaron compañeras y compañeros que dieron vida a otros personajes de la gesta independentista.

La iniciativa fue posibles gracias al trabajo conjunto de la comunidad. El lugar fue decorado con banderas y adornos de color celeste y blanco por las madres y abuelas de niñas y niños que participan diariamente de las diferentes propuestas que ofrece el CCB. 

Además, por la mañana, se desarrollaron talleres simultáneos de percusión, de elaboración de pastelitos, de danzas folclóricas y de bailes populares. Llegando al mediodía, tuvo lugar una escenificación de la gesta patria, representada con diversos guiños a la actualidad, que finalizó con la firma colectiva de un acta de independencia en la que vecinas y vecinos adscribieron a valores como independencia, igualdad y libertad. Después de compartir el almuerzo, que consistió en un guiso de lentejas preparado por Diana, abuela de uno de los chicos, tuvo lugar un cierre con música en vivo.

Laura Capilla, secretaria de Desarrollo Social, quien compartió la jornada con las familias de La Lagunita, remarcó que en los centros de convivencia se realizan actividades durante todo el año, en tanto que la celebración de estas fechas “pemite generar integración entre diferentes grupos y espacios como en esta ocasión, en la que participaron niños y familias que concurren al centro de convivencia y jóvenes que participan de propuestas como el Programa Nueva Oportunidad”.

A su vez, valoró que estos festejos son parte del proceso de construcción de identidad y que “en ese marco se trabaja con los niños y las familias, apuntando a la construcción de lazos colectivos, que son los que ayudan a generar procesos de construcción de igualdad y de oportunidades”.

Jenifer es una de las madres que concurrió al evento junto a su hijo, quien desde abril empezó a participar de la sala de 3 años del centro de convivencia. “Cuando vi la propaganda me gustó mucho la idea de poder traerlo acá”, comentó y agregó que “a él le gusta mucho venir; acá aprenden a cocinar, a hacer cosas nuevas y lindas, también van a la pileta o a pasear”. Ella valora la oportunidad de que su hijo pueda participar del espacio y piensa que la propuesta debería crecer y llegar a más personas. “Me gustaría que haya más lugar para que muchos chicos más puedan disfrutar de esto”, agregó con entusiasmo.

Por su parte, Claudia Manasero tomó la primera persona para decir: “Hoy soy Francisca Bazán de Laguna y este centro de convivencia barrial se ha convertido en la Casa de Tucumán para celebrar nuestra independencia”. En sintonía, ponderó que el hecho de trabajar en los centros de convivencia “nos da la posibilidad de jugar, de convivir con los vecinos y de estar rodeados de niños y jóvenes del barrio para poder resignificar estas fechas patrias”, a la par que remarcó que siente orgullo de poder trabajar en un espacio que posibilita estar tan cerca de los vecinos del barrio para ayudarlos a modificar, aunque sea un poco, sus vidas cotidianas.