16 de April

Ambiente

Residuos
Sustentabilidad

En los «barrios verdes», el 45% de los hogares ya separa sus residuos

Bajo una perspectiva integral y multimodal, Rosario sigue avanzando en distintas estrategias que tienen como objetivo incorporar en los ciudadanos el hábito de la separación de residuos.

A principios de 2017, la Municipalidad de Rosario lanzó la iniciativa «Barrios Verdes» en distintas zonas del distrito Noroeste. La propuesta apuntaba a sectores que no contaban con contenedores, en los cuales se brindaría un servicio de recolección alternada que promueva la separación en origen. En menos de un año y medio, el 45% de los hogares ya incorporó el hábito de la separación.

El programa comenzó en los barrios Hostal del Sol, San Eduardo y Aldea. Su característica principal es que la modalidad de recolección se basa en un cronograma fijo que estipula días y horarios de retiro para cada tipo de residuos, lo que favorece que los vecinos realicen un trabajo previo en la casa.

Hoy el servicio se extiende a 11 barrios (Hostal del Sol, San Eduardo, Aldea, Fisherton R, Hostal del Sol Este, Fisherton Residencial, Parquefield, Lomas de Alberdi, Tango, Parque habitacional ibarlucea y Belgrano) y alcanza a 7.566 hogares, donde viven aproximadamente 20.000 personas.

“En la ciudad de Rosario seguimos avanzando en distintas estrategias que tienen como objetivo incorporar en los ciudadanos el hábito de la separación de residuos. Con Barrios Verdes estamos promoviendo la separación en origen, y la recolección a través de un servicio especial”, señaló María Cecilia Álvarez, subsecretaria de Ambiente.

“En menos de dos años de su implementación, la cantidad de familias se triplicó”, destacó la funcionaria, que además señaló que Barrios Verdes cuenta con un servicio de recolección diferenciada, por día y por tipo de residuo. “Se hace en seis días, un día se recolectan reciclables, dos días se buscan residuos orgánicos y tres veces por semana se recolectan los denominados restos”, indicó.

“De esta manera, el poder separar nos permite clasificar y valorizar mejor cada tipo de residuos; algunos se transforman en compost en nuestra planta y otros se envían a los tres emprendimientos de clasificación que venden este tipo de materiales”, terminó diciendo.

Junto con el cambio de modalidad de recolección, personal del municipio asiste con información para cada vecino, así como también se llevan adelante fiscalizaciones periódicas para evaluar criterios de separación y participación.

Durante el primer año de implementación del programa, el porcentaje de hogares con separación se mantuvo alrededor del 15%. Durante el primer trimestre de 2019, esa cifra trepó al 45%, lo que refleja un gran crecimiento, no solo en términos relativos sino también en el plano absoluto, ya que actualmente el universo de hogares es superior al de hace dos años.

La recolección cuenta con una frecuencia de lunes a sábado con turno diurno de 6:30 a 12 hs. Tres días se recogen materiales orgánicos (cáscaras de frutas y verduras, sobras de carne y yerba, entre otros) y tres días el resto de la basura (pañales, apósitos y envoltorio de galletitas, por ejemplo).

Los reciclables, en tanto, tienen una jornada específica de recolección -o bien los vecinos pueden llevarlo hacia alguno de los centros de recepción distribuidos en el barrio-.

Durante el año 2018, por ejemplo, entre todos los hogares participantes de la iniciativa «Barrios Verdes» se lograron recuperar 1.080 toneladas de residuos orgánicos (un 37% más que en 2017). Estos tienen como destino la planta de compostaje y no el relleno sanitario, lo que supone un cambio que genera un triple impacto ambiental, social y económico.

Distinción internacional

Barrios Verdes es una de las estrategias que dispone el municipio para la separación de los residuos. Se trata de un programa apuntado a un sector específico de la ciudad, en el que por sus características se presenta como ideal para adoptar un sistema que tiene en la cercanía un concepto fundamental.

El programa obtuvo en una distinción otorgada por Ategrus (Asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente), en el marco de la Feria Internacional del Urbanismo y Medio Ambiente 2018.

Esta iniciativa se complementa con el resto de las alternativas que tiene a disposición la ciudadanía, principalmente los contenedores naranjas (ya se los ubicados en vía pública o en espacios particulares, denominados centros de recepción). El mantenimiento y la profundización de estas estrategias generaron que para fines del año pasado ya sean uno de cada tres rosarinos los que separen sus residuos.

Beneficios del servicio de recolección alternada en Barrios Verdes

  • 1. Reduce la cantidad de residuos sólidos con destino a enterramiento.
  • 2. Reduce el impacto ambiental que supone el enterramiento de residuos valorizables.
  • 3. Ordena el circuito de recolección de residuos para su valorización.
  • 4. Mejora la higiene urbana al concientizar al generador sobre el manejo de residuos.
  • 5. Permite una cercanía al vecino y un trato personalizado.
  • 6. Promueve vínculos entre instituciones (centros de recepción) y vecinos por el reciclaje de residuos.
  • 7. Posibilita conductas sustentables.
  • 8. Refuerza la responsabilidad del vecino respecto a los residuos.

Tipos de residuos

Los residuos orgánicos son: cáscaras de frutas, verduras, sobras de carne pescado, pollo, servilletas de papel sucias, yerba, café, saquitos de té, pan, alimentos en mal estado.

Se denominan residuos reciclables a: papel blanco, diarios y revistas, carpetas, folletos, guías, botellas de vidrio, frascos, restos de vidrio, envases de plástico de bebidas, limpieza, higiene personal, lácteos, latas de metal, envases de conserva, perfumería, bebida y otros objetos de acero, aluminio, hierro, cobre o bronce, restos y envases de cartón corrugado, cartulinas, tetrabrik, vasitos de telgopor, bandejas, cajas u otros objetos.

Se llama residuos grandes a: Restos de poda, escombros, muebles, chatarras (maderas, chapas, tanques de agua, caños, etc.) y electrodomésticos.

Y como “restos” están los pañales, apósitos, toallitas femeninas y tampones, gasas y algodones, envases sucios, envoltorios de galletitas, envoltorios de comidas sucios, golosinas, colillas de cigarrillos.