Avanzan obras de pavimentación en el barrio Uriburu y La Guardia
La intendenta Mónica Fein supervisó la marcha de los trabajos de infraestructura vial que totalizarán 72 cuadras con beneficio directo para más de 10 mil vecinos.
La intendenta Mónica Fein recorrió en la mañana del lunes 27 de julio un sector del barrio Uriburu y La Guardia, en Pasaje del Campo entre Canals y Milán, donde se están llevando adelante trabajos enmarcados en la primera etapa de una intervención destinada a dotar de pavimento definitivo a 72 cuadras de ese amplio sector de la zona sur de la ciudad, delimitado por las calles Uriburu, Corrientes, Ameghino y Moreno, con una inversión de 106 millones de pesos, provenientes en su totalidad de fondos municipales.
Durante la visita, la intendenta dialogó con vecinos sobre las mejoras en el barrio, que beneficiarán de manera directa a 10 mil rosarinos. En ese sentido, se refirió al avance de los trabajos: “Queremos terminarlos cuanto antes y por eso hay varios frentes: en algunas zonas se está haciendo el cordón cuneta, en otras se está poniendo la base, en otras se están haciendo las cañerías correspondientes para ir más rápido”, informó.
“Va a cambiar todo el barrio con el pavimento definitivo en más de 70 cuadras, cortadas incluidas, y con todas las obras definitivas: de desagües, de cordón cuneta, eliminando las zanjas, que es lo que queremos hacer en todos los barrios de Rosario”, remarcó la jefa del Ejecutivo local, quien estuvo acompañada por la secretaria de Obras Públicas, Susana Nader.
La obra
La intervención se desarrolla sobre un sector de la ciudad densamente poblado y que hasta ahora contaba con carpetas asfálticas a nivel no definitivo, de reducido ancho, y con drenaje por zanjas a cielo abierto. El proyecto en ejecución plantea la demolición de las actuales carpetas asfálticas y la construcción de un pavimento flexible a nivel definitivo con cordones cuneta.
Los trabajos permitirán el saneamiento ambiental de las áreas involucradas, a través de la eliminación de drenajes a cielo abierto (zanjas), mejorando la calidad de vida de los frentistas. Asimismo, la obra incrementa el nivel de los servicios y la capacidad de las calzadas existentes, así como también la seguridad vehicular y peatonal.
Con respecto a los trabajos técnicos, los anchos oficiales de las calles a intervenir son de entre 12 y18 metros, lo que permite desarrollar un perfil tipo de calzada de entre 6 y 7 metros de ancho, respectivamente. Está previsto, además, la ejecución de obras complementarias de desagüe pluvial, como remate de la infraestructura ya existente: conexiones de sumideros, sumideros verticales, y ramales terciarios (1.400 m). Desde el punto de vista hidráulico el objetivo principal del proyecto consiste en encauzar los escurrimientos por cordón cuneta del sector mediante su intercepción a través de sumideros para su conducción hasta distintas cañerías existentes.