Medidas a tener en cuenta para cuidar a perros y gatos de los estruendos
Se aconseja colocarles tapones de oídos y sedantes recetados por veterinarios. Además, alejar elementos que puedan lastimar a los animales y, de ser posible, no dejarlos solos.
Ante las llegadas de las fiestas de fin de año, desde el Instituto de Salud Animal (Imusa) se recuerda que la pirotecnia asusta a los perros y gatos y, aunque en la ciudad de Rosario está prohibida la utilización de artículos pirotécnicos (Ordenanza 9166/2013), se brindan una serie de recomendaciones para tener en cuenta a la hora de cuidar a perros y gatos ante posibles estruendos.
En el caso de poseer una mascota proclive a padecer ataques nerviosos a causa de los ruidos provocados por la detonación de explosivos, es necesario anticiparse a la reacción. Si el animal se va a quedar en soledad, se recomienda recurrir a un veterinario que le suministre un sedante en gotas, que será administrado bajo estrictas precisiones del profesional. No obstante, se aconseja dárselo durante la mañana y una segunda dosis, una hora antes de abandonar la casa para poder advertir cómo opera la droga en la mascota.
Es importante dejar a la mascota en un espacio pequeño, despojado de cualquier material que le pueda causar cortes o lastimaduras. Hay que tener en cuenta que al escuchar los ruidos puede comenzar a moverse con rapidez.
Otra de las recomendaciones es dejar prendido el televisor o la radio para que los sonidos aplaquen los ruidos provenientes de las detonaciones del exterior. Otra alternativa es colocarle en los oídos pequeños tapones de algodón con la ayuda de una gota de vaselina para que no se lastimen. Esto aplacará la fuerza de las vibraciones y ayudará al animal a permanecer más tranquilo.
En todo caso, siempre es mejor no dejar solas a las mascotas en noches como éstas. Si el dueño va a permanecer en casa, se aconseja observar al perro o al gato cuando comienzan los mayores ruidos y si se advierte que el animal se pone nervioso, llevarlo a un lugar más alejado, donde pueda sentirse seguro. Si elige esconderse, hay que respetar su conducta.