Casa Amiga: 20 años en defensa y promoción de los derechos de las mujeres
El espacio que aloja a víctimas en situación de violencia junto a sus hijos e hijas cumplió dos décadas de labor en el marco de las políticas de género municipales. La voz de sus trabajadoras.
'Casa Amiga', uno de los dos dispositivos que funcionan como centros de Protección de mujeres y sus hijos e hijas en el marco de las políticas desarrolladas desde la Secretaría de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario, cumplió este año dos décadas de vida.
Mariana Frenegal, auxiliar social; Sandra Carbajal, coordinadora, y Mercedes Simoncini, trabajadora social y ex agente municipal, son las voces amplificadoras de la incesante labor que lleva adelante el equipo interdisciplinario de profesionales comprometidas con este ámbito dependiente de la Dirección de Atención y Prevención de las Violencias de Género.
Sandra Carbajal es psicóloga y desde el año 2016 coordina el Centro de Protección 'Casa Amiga'. Al momento de ser convocada para trabajar se desempeñaba como psicóloga en lo que era el Instituto de la Mujer.
En principio, Sandra recuerda que todo fue un gran desafío: “Si bien venía hacía años formándome en lo que es la temática de género, era un rol totalmente diferente el ofrecerme la coordinación de un Centro de Protección”.
Mercedes Simoncini se sumó al equipo de 'Casa Amiga' en el año 2017 con una experiencia particular bajo la manga: ya había coordinado el Hogar de Tránsito Alicia Moreau, creado en 2004 cuando la Secretaría de Género era un área que dependía de la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat. Para mediados del 2017, la gestión de ese entonces evaluó la necesidad de que haya un equipo interdisciplinario que tome un papel de coordinación entre los dos centros de protección. “Allí pude sumar mi experiencia y trayectoria a este nuevo dispositivo”, explica.
Mariana Fregenal ingresó a la Municipalidad en el 2021 a través del Cupo Laboral Trans. Cuando la convocaron para sumarse al equipo de 'Casa Amiga' su corazón se llenó de alegría. “Siempre quise estar ahí y trabajar para la mujer. Cuando me enteré, imaginate... no lo podía creer”, confesó.
Una casa es estar a salvo
Mariana afirma que 'Casa Amiga' tiene todos los condimentos de un hogar amoroso. “Un lugar que contiene, que ayuda, que aporta, que trata de darle herramientas a la gente, a las mujeres en este caso, para salir adelante, a sus niñes. Es llenarlas de mimos, de cariños, de hacerles saber que no están solas”.
Para Mercedes “no es lo mismo una casa que una vivienda. Una casa tendría que ser el lugar físico donde se desarrolla la vida de las personas, en donde se reconstruyen los lazos y la identidad de quienes conviven ahí”. Las casas como espacios vinculares que nos constituyen, sean o no propias en términos materiales, sino como los lugares en los que “nos sentimos seguras, donde lo esperable es que en la casa encontramos abrigo y protección”.
Un antes y un después
Hay una variable que no aparece en las estadísticas, ni en los informes cuantitativos: la potencia de la ternura en estos espacios, que funciona como un antídoto, que implica un más allá del mero rol de trabajadoras.
Para estas tres agentes, sus recorridos por 'Casa Amiga' fueron transformadores. Sandra afirma que su paso por el Centro de Protección es la experiencia más movilizante e intensa que le ha tocado desempeñar dentro de su profesión. “Allí hay un suceder, un fluir cotidiano, donde nos encontramos diariamente con lo esperado y lo inesperado y esto nos moviliza a poner en juego todas las herramientas emocionales, prácticas profesionales, metodológicas. Todo lo que poseemos en nuestro haber para poder dar la mejor respuesta”.
Mercedes explica que “toda acción, toda práctica, implica una transformación y un aprendizaje constante, uno llega con determinados conocimientos, con determinadas experiencias, pero siempre éstas se van ampliando, se van enriqueciendo con la mirada de las otras y con la experiencia también de las otras, yo reivindico el trabajo en equipo”.
En sintonía con el relato de Mercedes, a Mariana su trabajo la hizo reflexionar en torno a que existen “violencias que nos atraviesan a todas, las luchas son colectivas, todas somos vulneradas”, asegura, y agrega que para ella “trabajar en Casa Amiga implica tratar de construir y cambiar las cosas, cambiar el sistema para que sea mejor para la mujer y para las disidencias; para todos, para todas”.
La cercanía que implica la convivencia y el hacer 'hogar'despertó además otras virtudes en Mariana que parecían dormidas, brindando talleres de gastronomía y organizando los cuidados nutricionales.
Rosario, pionera en políticas de género
Producto de las luchas, la militancia feminista y la organización social y política de las mujeres y disidencias, en nuestra ciudad, la seguridad y la protección para estas mujeres es política de Estado desde hace años, proceso que se fue fortaleciendo y replicando en distintas partes del país.
'Casa Amiga' fue creada en el año 2003 y cuenta con la capacidad de alojar a 50 mujeres, hijos e hijas en riesgo. El tiempo de la estadía de las personas que allí se alojan no es algo que se pueda determinar a priori.
“Llegan con hambre, con frío, miedo y dolor. Nos encontramos con una mujer agotada, rota, con un arrasamiento subjetivo porque viene dentro de lo que es una ruta crítica, un circuito de algunas tomas de decisiones que ha podido hacer o no, idas y vueltas”. Según Sandra, la ruta crítica no es lineal, siempre hay avances y retrocesos, factores inhibidores que están relacionados al proceso de cada mujer.
Los equipos de los centros de Protección funcionan las 24 horas, de lunes a lunes, los 365 días del año y “en todo momento hay personal idóneo y capacitado para recibir a las mujeres y a sus hijos e hijas".
Durante 2022, el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad de la Nación aportó guías de intervención y ejecutó el Plan de Formación destinados a los dispositivos territoriales de Protección de personas en situación de violencia por motivos de género. Estos dispositivos “que pueden llamarse hogares, refugios, casas de protección, casas de amparo” son considerados un instrumento clave para el abordaje integral de las violencias por motivos de género.
Según Carbajal, el abordaje integral supone “acciones de prevención, de asistencia, de protección y de fortalecimiento del acceso a la Justicia, como así también el empoderamiento, robustecimiento de las redes comunitarias de estas personas en situación de violencia por motivos de género, tanto de una perspectiva interseccional y de diversidad, teniendo en cuenta las distintas modalidades de violencia, como la doméstica, la institucional, contra la libertad reproductiva, obstétrica, en el espacio público, mediática, laboral y público-política”.
La violencia de género es el final de un largo camino de desigualdad y de padecimiento. Por ende, el enfoque de género es el necesario para poder cuestionar y analizar cómo se construyen estas relaciones entre hombres y mujeres claramente desiguales de poder en nuestra sociedad.
Atención integral en violencia de género
El Sistema Integral de Atención en Violencia de Género de la Municipalidad de Rosario brinda asesoramiento y contención, gestión de medidas de protección, apoyo en el acceso a la justicia y acompañamiento integral a mujeres y LGBTIQ+ en situación de violencia por motivos de género.
Teléfono Verde y Contacto Violeta
El Teléfono Verde (0800-444-0420) y el Contacto Violeta (3415 781509), la línea de WhatsApp creada en 2020 para quienes no pueden realizar llamadas, funcionan los 365 días del año, las 24 horas, atendidos por profesionales que realizan una escucha activa. Desde estos servicios se brinda asesoramiento y se coordinan intervenciones específicas de acuerdo con las características de cada situación y la urgencia.