23 de noviembre

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La historia de Caramelo, el perro recuperado por la Municipalidad y que ahora tiene un hogar

El animal había sido rescatado por la Secretaría de Control en extremo grado de desnutrición. Luego se recuperó durante semanas en el Imusa. Ahora una vecina lo tendrá en guarda transitoria

La Municipalidad de Rosario rescató en mayo un perro en estado de extrema desnutrición en un domicilio del Distrito Norte de la ciudad. La intervención se dio tras una denuncia que hicieron los propios vecinos. Eran tan malas las condiciones de salud en que se halló al animal que la Secretaría de Control, a través de la Oficina de Protección Animal, instó una denuncia penal por maltrato contra la familia que lo tenía. En tanto, y en ese marco, el animal estuvo luego a resguardo en el Imusa por varias semanas para su rehabilitación. Ahora, a raíz del compromiso de distintas partes involucradas, el perro, que fue “bautizado” con el nombre de Caramelo, sigue recuperándose y se otorgó en guarda transitoria a una vecina a través de la organización Corazones Callejeros.

“Historias como éstas marcan que, controlando y trabajando en conjunto con las organizaciones, logramos cosas importantes. Para nosotros este tipo de intervenciones de cuidado animal también son una prioridad y vamos a seguir adelante. No vamos a tolerar que situaciones de maltrato y abandono como la que vimos en este caso”, señaló Diego Herrera, secretario de Control y Convivencia municipal.

El rescate se produjo a principio del mes de mayo en una vivienda del Distrito Norte, tras denuncias que hicieron los propios vecinos y la organización Los Rescataditos de Manu. En el lugar se halló un perro en muy malas condiciones de salud, extremadamente desnutrido y caquéctico. Es decir, con pérdida de músculo esquelético y grasa.

La familia responsable, que ya había sido denunciada en otras ocasiones, se resistió en un primer momento a entregar el animal, pero finalmente aceptó. El rescate en la vivienda fue realizado en conjunto por la Oficina de Protección Animal, un médico veterinario de la Secretaría Control y agentes de la Brigada de Rescate Animal de la Policía provincial.

Una vez recuperado el perrito, el área de Protección Animal instó de inmediato a que se labrara el acta policial correspondiente. Y luego elevó la denuncia al Ministerio Público de la Acusación. En ese marco, Fiscalía tomó el caso e investiga si, por todo lo sucedido, cabe una sanción penal. La presentación judicial se enmarca en la Ley Penal 14.346, que “podría establecer de quince días a un año de prisión a quien infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales”.

En recuperación

En tanto, el perro, que ya fue “bautizado” con el nombre de Caramelo, estuvo durante todo este tiempo en el Imusa, donde se lo puso a resguardo, se le dio asistencia sanitaria correspondiente y así se fue rehabilitando, recuperando masa muscular y peso.

Ahora, y en el marco del permanente trabajo conjunto entre el municipio y las organizaciones protectoras de la ciudad, en este caso con la intervención de Corazones Callejeros, Caramelo fue recibido en guarda transitoria por Mónica, una vecina de la zona sur. Todo bajo la supervisión del Ejecutivo local.

"El caso realmente nos impactó y por eso lo seguimos bien de cerca. El compromiso con nuestros animales compañeros tiene que ser para toda la vida. Son parte de nuestra familia y no deben abandonarse ni maltratarse. Es por eso que vamos a seguir trabajando en cuidado responsable", señaló Sabrina Latino, responsable del Oficina Municipal de Protección y Bienestar Animal.

Por su parte, Valeria, de la organización Corazones Callejeros, recordó cómo fue todo el proceso: “Cuando desde la Oficina de Protección Animal se comunicaron con nosotras y nos comentaron la situación que estaba padeciendo Caramelo, desamparado en una terraza, sin agua ni comida, durmiendo a la intemperie con la bajas temperaturas que estaban aconteciendo, no dudamos en brindar nuestra ayuda. Hubo días que estábamos afligidas y preocupadas porque no conseguíamos un hogar para él, hasta que después de dos meses y medio de estar en el Imusa surgió un hogar de tránsito, donde tendrá su lugar donde dormir, comida y mucho cariño. Es muy gratificante que Caramelo no esté sufriendo más maltrato”.

“Desde nuestra ONG Corazones Callejeros Rosario siempre estamos, en la medida de nuestras posibilidades, brindando nuestra ayuda particular y acompañando el trabajo de la oficina de Protección Animal, en la búsqueda de hogares de tránsito y adopciones para los animales rescatados del maltrato y abandono. Hay una ley contra el maltrato animal, y debe hacerse cumplir. Lamentablemente son cada vez más los casos, y toda ayuda es bienvenida para poder seguir adoptando, siendo hogar de tránsito, difundiendo y colaborando para alimentación y atención veterinaria. Todo ayuda y hace que podamos salvarle la vida a otros como Caramelo”, cerró Valeria, quien finalmente invitó a conocer la labor de la organización a través de la cuenta de Instagram: @corazonescallejerosrosario.