24 de octubre

Obras

Patrimonio
Cultura

La Fuente de los Españoles se reinaugura este domingo con una gran fiesta hispánica

El 27 de octubre desde las 16:30 este símbolo del patrimonio local brillará nuevamente, luego del complejo trabajo de restauración artesanal. Habrá foodtrucks, danzas típicas españolas y música

Luego de un complejo trabajo de restauración artesanal llevado adelante por el taller rosarino Fantoni Arte, la Fuente de los Españoles, un auténtico símbolo de gran valor patrimonial, recupera su brillo original en el Rosedal del parque de la Independencia (Oroño 2100). El acto de reinauguración se desarrollará este domingo 27 de octubre a partir de las 16:30, oportunidad en la que esta joya arquitectónica compuesta por más de 8 mil piezas de cerámica volverá a encenderse.

Para celebrar este momento histórico, el evento organizado por el municipio contará con foodtrucks y habrá danzas típicas y música a cargo de colectividades españolas y de la Escuela Municipal de Danzas y Arte Escénico Ernesto de Larrechea. Así, a lo largo de la tarde el escenario montado sobre un Patio Andaluz recibirá la música y el colorido transformando el evento en un viaje a España. 

Los encargados de abrir la jornada serán las y los alumnos de la Larrechea junto al Ballet Español de la institución, que en este 2024 cumple 99 años acompañando a niñas y niños que desean iniciarse y profesionalizarse en diferentes campos de la danza y la actuación.

También estarán presentes y pasarán por el escenario con su música y sus danzas los centros Gallego, Madrileño, Riojano Español, Canario, Castilla y León, Manchego, Valenciano, Navarro, Asturiano, el Rincón Murciano, la Casa Balear, el Club Español y la Agrupación Andaluza. Para el cierre, el grupo Savia Nueva, dirigido por Analía Martínez, interpretará Bulerías y Sevillanas.

Cabe destacar que, además, en el Museo de la Ciudad Wladimir Mikielievich se podrá visitar la muestra especial por la Fuente de los Españoles con piezas originales e imágenes del archivo fotográfico del Museo. La exhibición estará habilitada de martes a viernes de 14 a 18 y sábados, domingos y feriados de 10 a 18. 

La restauración

La puesta en valor de la fuente abarcó la taza principal, el primer y el segundo anillo, y el pilón central. Y también la renovación de los bancos y los pisos perimetrales, del sistema hidráulico decorativo y de la iluminación ornamental de todo el conjunto.

Los trabajos de reparación se focalizaron, además, en las réplicas de mayólicas planas y de volumen, en las figuras de bulto de la fuente original, y en todas las partes importantes de la fuente con sus respectivas piezas cerámicas. En tanto, se realizaron mejoras en las escalinatas de acceso, tareas ornamentales en los jardines circundantes, y se hicieron instalaciones nuevas de agua, electricidad y desagües.

La compleja tarea estuvo a cargo del histórico taller familiar rosarino de artesanos y restauradores que actualmente integran Juan Augusto Fantoni, Bernardetta Fantoni, Paola Patiño y Gustavo Berton.

Un regalo muy especial

La Fuente de los Españoles fue un obsequio de la colectividad española en octubre de 1925, en el marco de la celebración del bicentenario que conmemora la designación de Francisco de Frías como alcalde de la Hermandad para el Pago de los Arroyos. Aquella donación incluyó, además, otra fuente similar, pero de menor tamaño, que se encuentra en el Hospital Español (Sarmiento y Gaboto).

Inaugurada en el parque de la Independencia el 7 de julio de 1929, posee 18 metros de diámetro, 12 bocas de agua y 1 surtidor central que eleva el agua a 6 metros de altura. Con más de 8 mil piezas pintadas a mano, se constituye como una de las fuentes más grandes del mundo salida del alfar de Talavera de la Reina, en España.

A su vez, incluye 6 bancos en los que se encuentran representadas las regiones de Toledo, Galicia, Aragón, Asturias, Andalucía y el País Vasco, mostrando escenas de danzas y costumbres populares.

El diseño y fabricación de la fuente estuvo a cargo del reconocido ceramista español Juan Ruiz de Luna, quien realizó las piezas, supervisó el envío de las mismas al país y su definitivo emplazamiento en el Rosedal.