Se inaugura en el Castagnino la muestra «Pequeñas delicias de la vida cotidiana»
La exposición cuenta con curaduría de Fernando Farina y alberga las obras de más de cincuenta artistas seleccionados para la ocasión.
Este sábado 30 de noviembre a las 19 hs se llevará a cabo en el Museo Castagnino la inauguración de la exposición Pequeñas delicias de la vida cotidiana, que cuenta con curaduría de Fernando Farina.
Con más de cincuenta artistas seleccionados para la ocasión, la muestra despliega su potencial en todas las salas de la planta alta del museo, con obras de la colección histórica y contemporánea pertenecientes al patrimonio público de la ciudad. Se trata de artistas representativos de una variedad de lenguajes que abarcan desde objetos patrimoniales estilo Luis XV donados por la Familia Astengo, hasta pinturas, fotografías, videos e instalaciones de la actualidad.
Con esta inauguración, el museo recupera la plena circulación de sus salas, tal como fue planificada por el arquitecto Hilarión Hernández Larguía. Este hecho permite no solo exhibir una mayor cantidad de obras que pertenecen a las rosarinas y rosarinos, sino también ampliar el acceso a la cultura a toda la comunidad.
La muestra estará abierta hasta el 9 de febrero de 2025 y se podrá visitar de miércoles a viernes de 16 a 20 h y los sábados, domingos y feriados, de 10 a 20 hs.
Acerca de Pequeñas delicias de la vida cotidiana
El arte no es ajeno a la vida cotidiana ni a los sueños. Y los artistas, consciente o inconscientemente, hablan de esas “pequeñas delicias”. Una serie de situaciones que, alejadas de las imágenes idílicas ficcionales, refieren a espacios más reales de encuentro, esperanza y compañerismo pero también de confrontaciones, lucha y resistencia.
A manera de capítulos de un relato que nos atraviesa en la actualidad, las obras de esta exposición se encuentran ordenadas a través de siete ejes: Relatos de la vía pública, Uso y consumo, Miedos y plegarias, La casa propia, El descanso, Rituales de camaradería y Vida cotidiana y resistencias.
Para esta muestra se agrega una decisión fundamental, con un guiño cómplice con el espacio donde se realiza la exposición: todas las obras pertenecen a la Colección del Museo Castagnino+macro. Un patrimonio inmenso y extraordinario que nos habla a través de los trabajos de cientos de artistas quienes, susurrando o a los gritos, nos dicen que hay otros mundos posibles, mucho mejores que los que nos quieren hacer creer.