La Municipalidad avanza en la licitación para el tratamiento de los residuos de la ciudad
Este martes se realizó la apertura de sobres para el transporte y disposición final. El pliego prevé una contratación por cuatro años con la posibilidad de uno de prórroga.
La Municipalidad de Rosario continúa con el proceso licitatorio para la disposición final y el transporte de los residuos de la ciudad. Este martes 23 de enero se llevó adelante la apertura de sobres con las propuestas económicas, tras el llamado a licitación que se produjo a finales del año pasado. Se presentó un único oferente, y ahora se pasará a la etapa de evaluación, continuando con los procesos estipulados.
Previamente el pliego fue presentado en junio de 2017 al Concejo Municipal, que dio el visto bueno antes de la publicación del mismo. La empresa Resicom Ingeniería Ambiental SRL fue quien presentó la única oferta económica, por $955.948.400 en el marco de esta licitación pública, que el Municipio abrió a través de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público.
El nuevo pliego licitatorio implica un contrato por cuatro años, con la posibilidad de uno más de prórroga, que prevé la adecuada disposición final de los residuos y su transporte. Esto supone un predio con capacidad operativa, equipamiento, servicios auxiliares y personal capacitado para gestionar un relleno sanitario. Para ello, se prevé dar continuidad al método de relleno sanitario, con la gestión completa de líquidos lixiviados, el venteo de gases de relleno y todas las tareas de mitigación de impactos negativos y monitoreos ambientales (aire, agua y suelo).
Un camino al Centro Ambiental de Residuos
Garantizar la adecuada disposición final forma parte del plan que prevé tratar el 100% de los residuos para el año 2020.
A la Planta de Tratamiento y Compostaje se prevé complementar con una Planta de Tratamiento de Residuos Secos en el corto plazo. La misma, con una inversión de 38 millones de pesos, procesará 10 toneladas de reciclables por hora.
Además se planifica la construcción de otras dos plantas: una de biodigestión seca, que transformará en energía para cerca de 2000 hogares los residuos que allí se traten, y otra apuntada a compostar el material orgánico.
Estas inversiones en infraestructura apuntan a transformar los residuos en recursos, pensando así de una manera más cíclica como poder inyectar los materiales al sistema productivo, generar energía eléctrica, compost y abono.