Finalizó novedosa propuesta de intercambio de saberes entre jóvenes y personas mayores
El municipio de Rosario se sumó al proyecto nacional “La experiencia cuenta” propiciando la transferencia de conocimientos y la capacitación en oficios entre distintas generaciones
Este jueves 8 de septiembre, jóvenes que participan del Nueva Oportunidad recibieron sus certificados tras finalizar un trayecto de formación en oficios de un semestre -entre el 7 de marzo y el 7 de septiembre-, que tuvo la particularidad de estar a cargo de personas mayores que pusieron a disposición sus saberes y experiencias, haciendo su aporte para la transmisión cultural y la inclusión social.
La experiencia, puesta en marcha por las Direcciones de Nueva Oportunidad y de Adultas y Adultos Mayores del municipio, se enmarca en el Programa Nacional de Educación, Cultura y Comunicación Comunitarias para Personas Mayores del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, llevado adelante en todo el país a través de organizaciones y administraciones locales.
En la ciudad de Rosario, el proyecto contempló tres líneas de capacitación en oficios tradicionales que se desarrollaron en diferentes organizaciones sociales: panificación y repostería artesanal, en el Centro Comunitario Olavarría (Distrito Noroeste); talabartería, en la Asociación Civil "Vivir por un sueño" del Centro recreativo "La Esperanza" (Distrito Norte), y carpintería, en la Asociación Civil "La Trinchera" (Distrito Oeste).
En el acto de cierre y entrega de certificados, a través del cual se reconoció el esfuerzo de quienes finalizaron la capacitación, así como de quienes cumplieron el rol de capacitadores, el secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, Nicolás Gianelloni, destacó la importancia de este tipo de iniciativas: "Estamos muy contentos de haber participado de esta propuesta y celebramos que se den estos encuentros que fortalecen los vínculos intergeneracionales. Dentro del marco del Plan Cuidar, es una prioridad trabajar el aprendizaje del cuidado y valoración de los vínculos”.
Por su parte, Sonnia Mansilla, directora de Adultas y Adultos Mayores, hizo referencia a las particularidades de esta propuesta: “Esta iniciativa que nos resulta muy atractiva y novedosa permite activar encuentros intergeneracionales para transmitir conocimientos acerca de oficios puntuales, valorando y reconociendo los saberes de los adultos y adultas mayores y también habilitando a las y los jóvenes a capacitarse y a contar con espacios en los que se sientan alojados, contenidos, valorados”.
Reconociendo el trabajo de quienes llevaron adelante la propuesta, expresó: “Todo lo que podemos hacer, proyectar y diseñar desde la Municipalidad como políticas públicas, no sería posible ni tendría ningún sentido sin las personas, sin los seres humanos que son quienes toman las propuestas, las hacen suyas y las convierten en prácticas cotidianas y las llevan adelante para transformar realidades”.
En tanto, el director general de Nueva Oportunidad, Luciano Vigoni, destacó que esta iniciativa es ejemplo de “las cosas buenas que pasan en nuestra ciudad”, y agregó: “En estos tiempos donde todo es inmediatez, tenemos que seguir por este camino de valorar las experiencias de quienes tienen un saber y lo comparten y transmiten, como es el caso de las y los capacitadores que formaron parte de este ciclo, pero también la experiencia de poder encontrarnos, ayudarnos, caminar y aprender juntos”.
Candela, coordinadora general del proyecto, y Pablo, coordinador pedagógico, ponderaron el rol de las organizaciones sociales que brindaron sus espacios y trabajaron codo a codo para llevar adelante las capacitaciones: “Les agradecemos profundamente todo lo que están haciendo para que la gente pueda vivir mejor. También aprendimos mucho de ustedes, de cómo se organizan, del amor que le ponen a su tarea todos los días. Cuando algo está bien conducido, se nota. Y nosotros lo notamos y nos llevamos esa satisfacción y aprendizaje”, expresaron.
Un proyecto de fortalecimiento comunitario e intergeneracional
“La experiencia cuenta” se propone recuperar los saberes y habilidades que las personas mayores poseen para ponerlos a disposición de su comunidad, recuperándolas en diálogo con personas de otras edades en una actividad cultural y productiva, que fortalece el círculo virtuoso de educación y trabajo.
La actividad de capacitación recupera el modelo de enseñanza de taller mediante el cual se aprende de la propia práctica y se genera un vínculo de respeto, afecto y reconocimiento mutuo entre aprendiz y maestro. Los adultos y adultas mayores se posicionan frente a las nuevas generaciones como portadores de saber y referentes de una cultura de trabajo. Al enseñar un oficio, recuperan un rol social activo, fortalecen su autoestima y su imagen frente a los miembros de su comunidad.
Las relaciones intergeneracionales son beneficiosas tanto para jóvenes como para adultas y adultos mayores. Posibilitan visibilizar el potencial de cada persona, las fortalezas individuales y colectivas, derribar prejuicios mutuos. Asimismo, favorecen el envejecimiento activo, apuntalan el desarrollo integral de las personas y la construcción de proyectos de vida, favoreciendo la integración social.