21 de noviembre

Recreación

Infancias
Convivencia

Las Heras: una plaza que incluye infinitas miradas

Con la remodelación integral se puso en funcionamiento un juego y se intervino el playón para invitar a redescubrir este espacio con otros ojos.

“La ciudad se ve distinta depende de donde se la mire” es la frase inspiradora de la intervención de la plaza Las Heras que fue inaugurada este 18 de abril. Este enunciado surgió del Consejo de Niños y Niñas del barrio y fue la base para la intervención artística de la pista de patinaje, que es un ícono del espacio verde, y del nuevo juego de grandes dimensiones que se instaló junto con las recientes obras.

La plaza es un espacio educador a cielo abierto, una manera distinta de aprender jugando para quienes viven allí y para quienes la descubran a partir de esta nueva propuesta. Por esto, el nuevo juego invita trepar hasta lo más alto para ver el barrio desde otra perspectiva. Al subir se siente el viento más fresco, se avistan escondites y rincones, se escuchan pajaritos silbar y ramas crujir. Al deslizarse por los toboganes y llegar al piso ¿qué otras cosas se pueden descubrir?

El Mirador Infinito se trata de un juego compuesto por 6 cubos de gran tamaño donde los niños pueden escalar por su interior y luego descender por los toboganes de variadas alturas para las distintas edades. Cuenta con redes para trepar, jugar, y un panel de memoria con íconos temáticos. En su alrededor se suman los juegos tradicionales armando un entretenido patio de juegos para las infancias.

La propuesta de la plaza invita también a tomar distintos caminos y senderos para continuar el recorrido por la historia y la arquitectura del barrio. Encontrar que hay casas más altas, otras más bajas, algunas son nuevas y otras tienen muchas décadas. En este andar, se invita a los chicos y chicas a pensar cuáles son sus rincones preferidos del barrio.

Un sendero llega a la pista de patinaje intervenida por la artista Luchia Mendez Falabrino a partir de la frase del Consejo. “Cuando me pasaron la frase me pareció que estaba muy buena para poder hacer dibujos, ir jugando con el diseño y también con la frase. Que esas palabras sean dibujos y que la lectura de la frase no tenga un arriba o abajo, sino que vaya cambiando de dirección, no se lee todo derecho como si estuviese en una hoja, sino que hay que seguirla, hay que recorrerla para seguir leyendo lo que dice”, cuenta la artista. Luchia también destaca que al ser una pista de patinaje le cerraba más la idea de moverse, para poder leer la frase que invita a jugar y a andar.

Para la ejecución convocó a un equipo de trabajo compuesto por amigas artistas, ya que para ella “también es muy lindo poder trabajar con amigos porque es un plus a la experiencia” y una plaza es, además, el lugar por excelencia para compartir con los afectos.

Además de la magnitud de la intervención, Luchia reconoce un segundo desafío en este trabajo: “Ninguna de nosotras había trabajado antes una pintura poliuretánica específica para que tenga alta resistencia, porque al tener mucho tránsito y estar al aire libre tiene que ser un material bien potente”. Contó que antes de arrancar tuvieron que estudiar y aprender acerca de esta pintura y de las cuestiones técnicas y de tiempos, para hacer un buen uso del material. “La verdad que quedó increíble”, dice orgullosa.

Al finalizar el trabajo, fueron las primeras en aprovechar la pista: “Ese día estuvimos corriendo por toda la pista, filmando, sacando fotos y ya la empezamos a disfrutar realmente como si fuéramos niñas nosotras y es lo que deseo que hagan los chicos y las chicas que vayan a la plaza, que la recorran, que jueguen, que se diviertan, que vayan descubriendo las frases, los dibujos. Que la disfruten mucho y que se apropien de ese espacio, que jueguen, que jueguen mucho, los chicos y las chicas tienen que jugar, divertirse, reírse y espero que este aporte que hicimos ayude a esas experiencias, a estas infancias que crezcan libres, que crezcan con alegría y con libertad”, cierra Luchia e insiste: “Que se diviertan”.