27 de noviembre

Calle Recreativa

Calle Recreativa incluirá una singular propuesta de la Fundación Ciudad de Rosario

El Equipo de Convivencia de esa asociación difundirá allí su campaña destinada a recuperar hábitos y valores de comunicación interpersonal, con especial énfasis en el saludo.

En el marco de Calle Recreativa, el domingo 28 de septiembre el equipo de Convivencia Ciudadana de La Fundación de la Ciudad de Rosario concretará en el sector de Oroño y el río una singular campaña de concientización sobre la recuperación de hábitos y valores de convivencia con especial énfasis en el  saludo. El objetivo es reforzar la comunicación interpersonal, las buenas relaciones con los demás y el reconocimiento como forma de cooperación con el otro.

“La idea es retomar un hábito tan simple como simbólico, como es tener en cuenta al otro a través del saludo, porque de esa manera entendemos que compartimos  una misma sociedad y se jerarquizan valores que fuimos perdiendo: respeto, consideración y confianza por el otro”, señalan los miembros del equipo de la Fundación autores de la idea, y agregan: “En este sentido la simple acción de saludar tiene significados superadores para la convivencia ciudadana que se enmarcan en una diversidad de factores determinados por el contexto social, económico y político en el que vivimos. Es innegable que el ritmo de vida se acrecienta por diferentes circunstancias y hace que se pierdan hábitos, volviéndose todo más impersonal”.

Es por ello que el equipo de Convivencia Ciudadana de la Fundación “entiende que la simple acción de saludar tiene significados superadores para la convivencia”, explicaron.

En su libro Usar el cerebro, el médico Facundo Manes sostiene que “la falta de cooperación impacta negativamente sobre el individuo a quien hubiese ido destinada la acción (en este caso el saludo) y sobre quien no realizó la acción (en este caso de saludar). Una comunidad se construye a partir de la idea de cooperación y cuando no se produce, el sistema social se resquebraja. El cerebro es fundamentalmente un órgano adaptativo y la experiencia y el ambiente social modifican sus circuitos neuronales”.

En este marco, la propuesta y la invitación “apuntan a no perder la actitud y la emotividad del saludo como experiencia cotidiana”, explicaron desde la Fundación.