28 de noviembre

Adultos mayores

Desarrollo social
Capacitación

El municipio entregó diplomas a 80 graduadas y graduados del curso de Auxiliar en Cuidados Gerontológicos

Se trata de la capacitación que lleva adelante la dirección de Adultas y Adultos Mayores, destinado a quienes desean trabajar en la atención y cuidado de personas mayores.

El pasado jueves, en la sede del Colegio Virgen del Rosaro (Salta y Callao), se desarrolló el acto de entrega de diplomas a los flamantes 80 graduadas y graduados del curso anual de Auxiliar en Cuidados Gerontológicos, que lleva adelante la dirección de Adultos y Adultas Mayores de la Municipalidad y brinda herramientas que permiten desempeñarse responsable y profesionalmente en el rol del cuidadores de personas de la tercera edad. 

En la apertura del evento, que contó con una concurrida participación de familiares y amigos de los graduados, la subsecretaria de Desarrollo Social, Mónica Peralta, valoró la importancia de la capacitación, no solo en función de los conocimientos adquiridos, sino también en relación a la posibilidad de adquirir nuevos valores, que traducidos en la tarea que los nuevos auxiliares gerontológicos desarrollarán en la comunidad “también generarán mejores relaciones humanas”.

La funcionaria destacó la necesidad de fortalecer los vínculos humanos más aún en el actual contexto de crisis social y económica: “Necesitamos hoy más cercanía, más red, más comunidad, más valores humanos y, sobre todo, seguir creyendo que es posible a través de los saberes que cada una y cado uno tiene, seguir fortaleciendo estos lazos sociales”, dijo. 

El evento contó con la actuación del Quinteto Municipal de Cuerdas y con un emotivo homenaje a Daniel Jairala, uno de los fundadores del curso y quien se desempeñó como docente desde los inicios del mismo, en el año 1999. El acto de reconocimiento estuvo a cargo de María Alcira Scarpone, ex directora de Adultas y Adultos Mayores municipal.

Por su parte, Pablo Urbaitel, coordinador del área socioeducativa de la Dirección, expresó su satisfacción por haber contribuido “desde las políticas públicas a formar especialistas en el cuidado de adultos mayores, tarea vital en una sociedad signada por el envejecimiento progresivo y por el enorme crecimiento de la expectativa de vida”.

Además, remarcó que Rosario es pionera en el trabajo con adultas y adultos mayores, ya que cuenta con más de 25 años de políticas públicas en la materia. En ese sentido, mencionó que en la actualidad funcionan más de 40 espacios a lo largo y a lo ancho de la ciudad, con propuestas recreativas, educativas y culturales, y valoró además la existencia del Hogar de Mayores, espacio destinado a la protección de sus derechos, y la Escuela de Gerontología, dedicada a la formación del trabajado con este grupo etario.

En ese contexto, sostuvo Urbaitel, la formación de recursos humanos preparados para acompañar a los adultos y adultas mayores es fundamental. Y se dirigió a los nuevos auxiliares para expresarles que “el trabajo que van a abrazar con pasión es un trabajo maravilloso que les brindará enormes desafíos", y agregó: "Es un trabajo que tiene que ver con el cuidado del otro, un otro que muchas veces es vulnerable, un otro que ha recorrido un enorme camino a lo largo de su vida y que tiene un inmenso caudal de experiencia y sabiduría”.

Graduadas en primera persona

Claudia Vega se dedica a trabajar con adultas y adultos mayores y se acercó a la Escuela de Gerontología para asistir al taller de la memoria. Luego advirtió que necesitaba mayor formación para desarrollar su labor y decidió sumarse al curso para auxiliares en cuidados gerontológicos, que le brindó "herramientas y conocimientos muy valiosos", según afirmó. 

Entre los aprendizajes que se lleva del curso, destacó aquellos vinculados al lenguaje y los "modos de nombrar". “Estamos acostumbrados a decirles abuelos a las personas mayores y aprendí, desde la psicología, que esa denominación no es adecuada”,  señaló Claudia, y añadió: “Ahora le enseño a todo el mundo que no digan abuelos, ya que nosotros portamos un nombre y me parece relevante que lo utilicemos”.

Por su parte, Isabel Esther Álvarez valoró las oportunidades laborales que les brinda la capacitación que realizaron. “Es un curso fundamental para aquel que trabaja en el cuidado de enfermos, y ahora lo están pidiendo para trabajar en los geriátricos”, comentó.

Además, mencionó que favorece un mayor “nivel de educación, de preparación, de comunicación; es muy útil para lograr comunicarse con los familiares y con los médicos”. Y valoró la dedicación y buena predisposición del equipo de docentes y miembros de la Escuela de Gerontología a lo largo de todo el año de cursado.