Juan José Becerra: «La escritura es un problema sin solución que me engaña con sus falsas ilusiones»

En el marco de la Feria del Libro Rosario, Juan José Becerra presentará el viernes 7 de junio a las 20 su último libro ¡Felicidades! Además, ese mismo viernes a la tarde y el sábado a la mañana, estará realizando el taller Literatura y periodismo industrial. Lectura de una época, en Plataforma Lavardén con cupos limitados e inscripción online. “A mí me gustan los cursos con formato de conversación en los que la figura del que lo imparte es destruida a interrupciones. Y lo que vayan a encontrar habrá que averiguarlo a la salida. Está pensado para intentar darle su merecido a ese periodismo de literatura mala que prolifera en la Argentina”, mencionó el escritor.

Becerra nació en Junín en 1965, es autor de ensayos como La vaca – Viaje a la pampa carnívora (2007), Grasa (2007) y Patriotas (2009); libros de relatos como Dos cuentos vulgares (2012); y de novelas como Santo (1994), Atlántida (2001), Miles de años (2004), Toda la verdad (2010), La interpretación de un libro (2012), El espectáculo del tiempo (2015), El artista más grande del mundo (2017) y Fenómenos argentinos (2018). ¡Felicidades! es su último libro publicado por Seix Barral, en el que narra a Andrés Guerrero, supuesto experto en literatura, que sigue el rastro de Julio Cortázar por Europa con el fin de montar una muestra de objetos en su honor.

En cuanto a cómo surgió la idea de escribir este último libro, cuenta: “Para los lectores jóvenes la figura de Cortázar cristaliza más o menos en la del héroe del rock. Es un escritor que ha estado atento a introducir en la literatura ciertas experiencias de la vida. La cuna de esa configuración es el surrealismo. Más allá y más acá de Cortázar también tenemos a Kerouac y a Bolaño, para hablar de otros novelistas de ruta. Pero esa figura es el resultado de un proceso de muchos movimientos. Lo que hace Guerrero, el narrador de ¡Felicidades!, es denigrar a Cortázar sin advertir que está emulando sus contradicciones”.

En sus libros El artista más grande del mundo y El espectáculo del tiempo, los personajes sufren por distintos motivos. Si hay algo de común entre estos personajes y estos sentimientos, el escritor dice: “El sufrimiento es una experiencia bastante extendida entre los humanos. De cualquier manera no creo que la tengan todo el tiempo. Creo que un personaje sufre cuando se lo somete a una escena dramática, y en estos libros que nombrás hay mucho drama en el sentido de escenas críticas, varias de ellas terminales porque hay líneas de la narración que mueren ahí, lo que hace que el sufrimiento se note”.

Becerra aprendió a leer en su casa y a escribir en la escuela, donde tuvo una maestra que le apañaba los textos. “Un día, como si fuese el ganador de un concurso fúnebre, me premió con la bandera escolar para recibir a Videla en una visita que hizo a la Municipalidad de Junín el 9 de julio de 1977. Recuerdo perfectamente cómo lo aplaudieron en las calles miles de personas que no fueron hasta allí obligadas como nosotros. Cuando salió de la Municipalidad, se acercó a los abanderados que estábamos formados como su Guardia Suiza y nos dio un beso. A la distancia la veo como una escena de tráfico de niños”, recuerda como un suceso que lo marcó.

Becerra escribe novelas y menciona que cuando se sienta a escribir necesita tener un porvenir vasto de escritura. Cree que la ilusión de entrar en procesos de composición largos lo distrae por ahora de enredarse con formas breves. Pero eso no le impide fantasear con escribir cuentos, ni escribir alguno cada tanto.

“Mi primera relación edípica con una literatura fue con la de Saer, de la que creo que me curé fugándome hacia Aira, que es su antídoto. Pido disculpas por hablar como una persona recuperada. Como lector, soy simpatizante caracterizado de la literatura argentina y me gustan decenas de escritores y escritoras, que no menciono porque todo el mundo sabe que de las listas que se hacen sólo se ve lo que falta”, expresa en relación a su gran amor por la literatura de Saer y su gusto por la escritura de autores y autoras nacionales. Para él, la escritura es un problema sin solución que lo engaña con sus falsas ilusiones.

Sobre sus expectativas para la Feria del Libro en Rosario señala: “Se que hay una crisis de quemadura de tercer grado en la economía, pero eso no impide que los lectores sigan yendo hacia los libros. Mi expectativa es que no se rompa la relación de amor entre el lector y los libros a pesar de las asfixiantes condiciones materiales en las que se da hoy”. 

La programación completa de la Feria del Libro Rosario puede consultarse en rosario.gob.ar y seguirse por las redes sociales en Facebook.com/ferialibrorosario, en Twitter a través de @FeriaLibroRos y en Instagram como @ferialibroros.