Vecinas y vecinos de Ludueña Sur construyeron cocinas rocket de forma comunitaria y colaborativa
En una jornada de trabajo en conjunto, un grupo de familias fortaleció sus lazos de convivencia colaborando en la construcción de un artefacto para cada familia.
El martes 11 de junio en el barrio Ludueña Sur, en consonancia con el Día del Vecino, se llevó adelante la primera jornada de Construcción Colectiva de Cocinas Rocket en el Centro de Convivencia Barrial. La actividad fue coordinada por un equipo de la Dirección de Innovación Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Espacio Público.
El grupo de vecinas y vecinos que había participado de charlas informativas previas sobre el uso y construcción de cocinas rocket, puso buena cara al mal tiempo y se dispuso a trabajar de manera colaborativa. Reunido en Humberto 1º y la vía, se preparó el adobe y se dirigió, casa por casa, a construir estas novedosas cocinas que les proporcionan a los vecinos un considerable ahorro de gas y de leña.
Con pocas herramientas, ya que el adobe se trabaja fundamentalmente con las manos, construyeron una a una las cocinas en las casas de Amanda, Marcelo e Ivana, Roberto, Lili, y Roberto, cuatro familias cercanas.
El equipo del Centro de Convivencia fue el encargado de armar el grupo de vecinas y vecinos que habría de construir comunitariamente sus propias cocinas, para luego vincularlo con el equipo de Construcciones Colectivas Domiciliarias. "Veíamos que después de realizar los talleres de construcción de cocinas y uso de leña, por diferentes motivos costaba que la cocina pudiera ser plasmada en el domicilio de cada familia. Tal vez una sola persona no la podría realizar, pero sí con la ayuda de los vecinos y vecinas. Así se nos ocurrió este modo de construcción colectiva", contó Pablo Torricella, uno de los encargados de la actividad.
Asimismo, la coordinadora del Centro de Convivencia Barrial Ludueña Sur, Samanta Suterstic, se mostró "feliz y maravillada por este proceso de trabajo realizado" y anticipó: "Esto sigue, lo de hoy es solo el principio".
Torricella, agregó: "Lo rico de esta experiencia colectiva es la posibilidad del trabajo en conjunto entre vecinos. Por eso lo hicimos el Día del Vecino. Uno ve que así se forjan lazos de solidaridad y ayuda mutua. Seguramente todos estos lazos que se forjan con estas actividades, se afianzan y perduran. Hay algo mágico que sucede cuando se trabaja con barro, nos conectamos con nosotros, con la tierra. Pero si a esto le sumamos una actividad colectiva, nos conectamos con nosotros, con la tierra y con el otro. El vínculo y lazo forjado es muy profundo, se llena de alegría y trasciende más allá de la actividad".
Las cocinas
Estas cocinas no generan humo, tienen una excelente relación con el oxígeno y no emiten monóxido de carbono, lo que las hace muy seguras. Torricella aseguró: "Son muy ecológicas también porque con una décima parte de lo que implica un fuego abierto, se puede estar cocinando. Además, es tan eficiente que usa leña chica, es decir ramitas, restos de poda". Al tiempo que habló de la posibilidad de las y los rosarinos de conseguir leña para este tipo de cocinas: "Rosario tiene 300.000 árboles con poda programada, y todo eso es un potencial energético importantísimo. Es una leña muy sana porque no tiene químicos, como sí lo tiene la madera tratada".
Los protagonistas
Roberto colaboró de manera activa con la construcción de las cuatro cocinas. En todas las casas se lo veía atareado con las manos en el barro, pegando ladrillos, colaborando entusiasmado. "Este es un proyecto muy bueno sobre todo por lo económico, porque hoy en día, comprar una garrafa se pone imposible. Aparte el combustible que lleva, que son todas ramitas finitas, lo podés sacar de cualquier lado", aseguró.
Por otro lado, destacó el gustito particular de la cocina a leña: "La comida hecha con leña tiene otro sabor, y es muy bueno buscar alternativas que ayuden a sobrevivir, además de aprender una técnica que nos pueda servir como emprendimiento". Sin embargo, para Roberto y sus vecinos lo más importante es la construcción colectiva: "El hecho de colaborar entre nosotros hace que el vínculo entre los vecinos se haga más fuerte. Acá con los vecinos nos criamos juntos. Y estaría muy bueno que se agreguen más familias. Esto invita a compartir y a llevarse bien comunitariamente. Ya vamos a compartir alguna comida", se ilusionó.
Por su parte, Marcelo con su cocina terminada ya estaba preparando pescado frito para todos. "Es la primera vez que estoy cocinando en una de éstas y está bárbaro. Ya le voy agarrando la mano de cómo se cocina y cómo se fabrican. Esto ayuda mucho a ahorrar gas, es una mano muy grande. Hoy nos dimos una mano unos a otros y ahora vamos a disfrutar la comida", aseguró tenedor en mano.
Amanda no podía ocultar su alegría. "Estoy feliz, enamorada de mi nueva cocina. Esto es algo que hacemos, que nos gusta y lo podemos disfrutar con la familia, ayudándonos. Es una forma de que la gente del barrio esté comunicada. Esto de trabajar en las casas de todos me parece buenísimo. Yo siempre fui partidaria de que los vecinos tienen que juntarse por el bien de nosotros mismos, porque es la única forma en que podemos progresar todos. Por eso está tan bueno lo de las reuniones barriales que tenemos en el CCB, porque ahí podemos exponer nuestras necesidades y ver cómo podemos hacer para solucionarlas", expresó.
Centro Cuidar Ludueña Sur
FORMOSA 296 BIS
4804655