Día Mundial contra la Trata de Personas: una oportunidad para Inés, una oportunidad para todas
De la mano de los programas Nueva Oportunidad y Por mí por todas, las víctimas de trata y otras violencias pueden repensarse en un nuevo proyecto de vida.
Cada 30 de julio la ONU conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas con el fin de concientizar sobre la situación de las víctimas y promover y proteger sus derechos. En Rosario, a través de las acciones de la Mesa de Trabajo contra la Trata y del Instituto de la Mujer, se implementan diferentes políticas públicas para acompañar y contener a las mujeres que se encuentran en esta situación.
Inés llegó de Paraguay para ejercer la prostitución y nunca pensó que las condiciones iban a ser totalmente diferentes a las ofrecidas. Sus captores retuvieron su documento de identidad, ejercieron violencia sobre ella, no recibía dinero y terminó privada de su libertad. La trasladaron por varias ciudades del país hasta que llegó a Rosario. Así cuenta cómo logró salir. “Una de las monjas, que se llama Laura, había pasado por el lugar donde yo estaba trabajando, ella me contó que tuvo un presentimiento y se acercó a hablarme. Así yo llegué a este lugar. Me rescató”.
Este lugar es la comunidad de las Hermanas Adoratrices de Rosario, un espacio donde se brinda capacitación laboral a través de los programas municipales Nueva Oportunidad y Por mí por todas a mujeres que han sido víctimas de explotación sexual o trata y también de otras violencias.
Desde hace más de 30 años, Rosario lleva adelante políticas públicas con perspectiva de género. La promoción de los derechos de las mujeres y la prevención de las violencias fueron y son los principales ejes que atraviesan actividades, programas y abordajes. El objetivo principal de estas políticas es contribuir, a través del Instituto Municipal de la Mujer, al mejoramiento de la calidad de vida y generar igualdad de oportunidades, posibilitando alternativas laborales dignas, libres y autónomas.
En lo que respecta a la explotación sexual y con el fin de combatir este delito, la Municipalidad de Rosario creó en el año 2012 a través de la Ordenanza N° 8729, la Mesa Municipal de Trabajo contra la Trata de Mujeres con fines de Explotación sexual, cuyos objetivos giran en torno a trabajar conjunta y coordinadamente desde las distintas esferas gubernamentales formas interinstitucionales en la modalidad de asistencia y protección integral de víctimas, para garantizar los derechos y reparación de los mismos que fueron violados por el delito.
Así es como se ofrece a quienes recurren a la prostitución o se encuentran en situación de explotación sexual, la posibilidad de acceder al beneficio de una beca y un curso de capacitación laboral en peluquería, corte y confección, y panificación, a los cuales este año se suman blanquería, belleza integral, repostería y cuidado de adultos mayores.
Estas capacitaciones en oficios están acompañadas, desde el Instituto Municipal de la Mujer, de un espacio de reflexión, fortalecimiento y acompañamiento personal y social, donde se contempla la dimensión de género, prevención en violencia, promoción de derechos de las mujeres y construcción ciudadana con el objetivo de brindar herramientas para su futura reinserción laboral e inclusión social.
Este año participan 80 mujeres en los diferentes cursos de capacitación. Algunas han sido víctimas de explotación sexual, otras de otros tipos de violencia.
Inés recuerda emocionada: “Me incentivó el cariño de las monjas. Yo estaba sola en un país extranjero y me sentí realmente muy apoyada por ellas, realmente acogida. Hice varios cursos, que no terminé, pero luego volví”, cuenta Inés. “Yo en este lugar me siento muy importante. Ellas me enseñaron muchas cosas. Así como la profesora me enseñó una profesión, con la cual yo me siento muy bien y hoy en día me siento diferente. Cuando llegué a este lugar estaba prácticamente sin horizonte, entonces este lugar para mí es mucho más que una familia. Todas las chicas que están acá y las profesoras son parte muy importante de mi vida. Son parte de mi felicidad”.
“En el futuro me veo muy bien porque yo creo que, así como un niño chiquito mama de su mamá la leche para crecer, yo mamé de este lugar lo que necesito para crecer y me siento muy, muy bien. Es como que recibí un título de la universidad, hoy en día yo tengo un camino, sé qué camino seguir y como defenderme en la vida”, cuenta orgullosa Inés quien, junto a otras mujeres, construye hoy un proyecto de vida propio y autónomo, un proyecto más libre.