29 de noviembre

Ambiente

El cementerio El Salvador invita a un nuevo recorrido guiado

Este sábado 23 de marzo, a las 16, la visita se centrará en la historia de la necrópolis más icónica de la ciudad. La entrada es gratuita, no requiere inscripción previa y se suspende por lluvia

La Municipalidad de Rosario, a través de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público, realizará una visita guiada diurna al cementerio El Salvador. Será este sábado 23 de marzo a partir de las 16, en Ovidio Lagos 1840. El recorrido girará en todo a la diversidad de sepulturas que se fueron construyendo en base a diversas costumbres, rituales, y tendencias constructivas y arquitectónicas. La visita es gratuita, sin inscripción previa. Se suspende por lluvia.

Además de un museo al aire libre, el cementerio El Salvador es, con sus 5 hectáreas de extensión, un espejo de Rosario en sus diferentes épocas, que guarda en su arquitectura huellas del pasado y del presente de la ciudad.

Este sábado, el recorrido prevé pasear por diversas calles de la necrópolis, en las que las sepulturas ‘hablan por sí mismas’ y develan sus secretos. Así como la ciudad es compleja y diversa en su distribución, con sus barrios y zonas clásicas, en el cementerio ubicado en el macrocentro también se han modificados usos y costumbres, piezas de arte y arquitectura, y así se fueron adoptando nuevos rituales y tendencias constructivas.

Durante la jornada se abordará el período histórico desde 1856 a la actualidad. Se observarán las primeras inhumaciones en tierra, así como la evolución de las formas de entierro, pasando por los nichos en galerías –una tradición en su mayoría española–, que alberga un gran porcentaje de nuestros inmigrantes que dejaron grabadas, para la eternidad, sus memorias en curiosos epitafios
y panteones familiares y sociales, con sus fachadas de hierro, mármol y granito, algunas emulando capillas góticas, templos griegos o romanos, decorados con estatuas art nouveau, decó, y otras más modernistas.

También se abordará parte de la historia de familias y personas ilustres para la ciudad, que eligieron como última morada El Salvador. Y panteones sociales, donde una sepultura igualitaria, reúne a compatriotas y trabajadores que se han reconocido compañeros, igualándose ante la muerte.