23 de noviembre

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Diversidad

Hacer comunidad en el verso: Se presentó el libro «Los caminos trans. Desde una vivencia singular a una colectiva»

Se trata de una recolección de trayectorias de vida de personas que integran el colectivo travesti trans, oriundas de la zona oeste de la ciudad.

El viernes 17 de septiembre el patio del Museo de la Ciudad “Wladimir Mikielievich” (Oroño al 2400) abrió sus puertas para albergar las historias y trayectorias de vida de Thiago, Vanesa, Andreina, Luciana y Perla. El libro “Los caminos trans desde una vivencia singular a una colectiva" es una recopilación a cargo de Romina Marucco, directora municipal de Diversidad Sexual, que contiene testimonios y material de archivo de un nutrido grupo de personas y tiene como objetivo la visibilización de historias del colectivo travesti / trans de la ciudad.

La tarde no sólo regaló augurios de primavera. La poesía plena de emociones de Morena García inició el ritual. La poeta y militante rosarina leyó tres poemas de su autoría, entre ellos: “Las venas inflamadas / la carne en alerta / lo cruel de la palabra / el miedo en la garganta / la voz deshilachada / los oídos que no escuchan / la espalda desvencijada / el amor fugitivo / las ganas despenadas / el deseo cautivo y después de eso… La nada”.

Marzia Echenique y Carolina Boetti, miembros del Archivo de la Memoria Travesti Trans de la ciudad de Rosario estuvieron a cargo de la moderación y solicitaron la palabra a Romina Marucco, directora de Diversidad Sexual de la municipalidad y a su vez, compiladora de los testimonios.

“En el oeste está el agite”. Aseveró con humor Marucco, refiriéndose al lugar que albergó la cocina del libro, el Centro de Convivencia Barrial Distrito Oeste, en el cual quienes protagonizan el libro se congregaban todas las semanas a compartir la comensalidad. “Empezamos sentándonos a almorzar y ese almuerzo fue nuestro lugar de encuentro que nos permitió construir pertenencia y habitar espacios en los que antes las disidencias no eran albergadas", contó la compiladora.

En ese sentido, agradeció el trabajo comprometido de todo el equipo del Centro de Convivencia y también reflexionó sobre la importancia de implementar “políticas de descentralización que brinden herramientas y transformen la vida de las personas”.

Además hizo extensivos los agradecimientos al equipo técnico a cargo de la realización y compaginación del material, equipo de trabajo de la Dirección de Diversidad Sexual y autoridades presentes, quienes acompañaron la iniciativa y facilitaron la publicación en su formato papel.

Posteriormente fue el turno en el que Marzia y Carol invitaron a les autores a compartir fragmentos del libro mediante una dinámica distendida, sentida y cercana.

“Sobrevivimos” fue la expresión que resonó y se hizo eco en los corazones de las personas presentes. De este modo, Vanesa Flawer abrió el diálogo con Marzia, quien muy de cerca abrazaba las palabras de su compañera sosteniendole la mirada con ternura. “Fuimos maltratadas por ser, y en eso nos entendemos todas, porque si bien las experiencias son singulares, los sentires son colectivos”, manifestó.

Luego llegó la intervención de Carolina Boetti, quien leyó un fragmento de Thiago Kuperman, varón trans, sobre su adolescencia, período en el que conoció a su primera novia. “Estabamos súper enamorados y pasábamos todo el tiempo que podíamos juntos, hasta que se enteró su madre y fue a buscarme a la escuela, gritando enojada que no quería que me acercara a su hija”.

“A lo largo del tiempo, el cuerpo de les travestis y trans fue siempre una mercadería de usufructo de toda la sociedad, y al día de hoy sigue sucediendo a pesar de estar paradas aquí contando nuestra historia” expresó Marzia, antes de leer un pasaje de la historia de Luciana Salomón que hace referencia a los riesgos de trabajar en la calle en épocas donde abundaban las detenciones. 

Al ser consultada por Marzia, Luciana relató situaciones en las cuales fue víctima de violencia y abuso sexual. “No éramos nada”, aseveró. Y seguido de un prolongado abrazo entre ambas, Carolina empezó a leer un fragmento de la historia de Perla Pérez: “Siempre fuimos diosas, hermosas, rubias, morenas, coloradas, con cabellera brillante al viento. Tacones altísimos, minifaldas de infarto, nuestro andar decidido, desenfadado, que gritaba a cada paso «Acá estamos nosotras»", a lo que Perla agregó en tiempo presente: “Las que nos rebelamos y desafiamos las fronteras del miedo”.

Finalmente fue el turno de Andreína, a quien Marzia le consultó por su precaución en relación al uso de silicona líquida y sus peligros. “Siempre le tuve mucho miedo a las agujas, además eran muy grandes, me daba mucha impresión, así que decidí no someterme a eso. Además veía lo que hacía en el cuerpo de mis compañeras, todos los problemas de salud que les traía. Algunas hasta perdieron la vida por eso”, explicó Andreina. 

“Desde el archivo de la Memoria Travesti Trans siempre decimos que el trabajo que realizamos no sólo tiene los ojos en el pasado, sino también en el presente y el futuro porque creemos que la construcción de otro relato tiene que hilar y contener a todas las generaciones y experiencias", señalaron Marzia y Carolina a modo de cierre.

La secretaría de Género y Derechos Humanos del municipio, Mariana Caminotti,  agradeció la valentía de las personas presentes y celebró la materialización de tan ansiado objeto - libro: “Cuando tuve en mis manos el material, producto del esfuerzo y de la valentía, quedé maravillada”, dijo y destacó la importancia de poder poner en palabras las injusticias, que las historias circulen. “Celebro la valentía de contar con voz propia, porque es un verdadero acto de coraje”, culminó la funcionaria.

Seguido de las palabras de Caminotti, Echenique pidió que Georgina Montenegro suba al escenario y de esta forma, la artista trans acompañó la tertulia entonando dos canciones: “Mientes” de Camila y “oncemil” de Abel Pintos.

Ya cerca del final, Mara Ojeda y Débora Segovia, trabajadoras de la cooperativa Juntas y Unidas dedicaron unas palabras hicieron entrega de una distinción a Andreina Dibrino, quién fue compañera y colega de emprendimiento. 

El cierre de la actividad estuvo a cargo de Kattiana Curcio, quien conmovió al público homenajeando a su compañero de vida detenido-desaparecido durante la última dictadura cívico-militar y cantó dos temas, para cerrar con “A mi manera”.

La actividad contó con la presencia de familiares, autoridades locales, provinciales y nacionales y miembros de organizaciones sociales y políticas.